CARACAS, Venezuela.- Todo lo que habíamos escuchado sobre los disparates y extravagancias de Hugo Chávez, el polémico dictador venezolano, se quedaron cortas con la realidad.
Visitar esta capital luego de doce años produce una sensación extraña de nostalgia y desencanto.
Caracas ya no respira el señorío y dinamismo de antaño. Ahora se siente por doquier el hastío y la incertidumbre por un Gobierno que se adueña paulatinamente del país a base de populismo, demagogia y autoritarismo.
Nos recuerda los tiempos de Luis Echeverría en México, sólo que ahora el petróleo está tres veces más caro y Venezuela recibe cinco veces más de divisas.
Chávez hace lo imposible por cautivar al pueblo. Redujo el Impuesto al Valor Agregado de un 18 al 9 por ciento, vende a los venezolanos la gasolina más barata del mundo a 30 centavos de dólar por galón y redujo la jornada laboral de 8 a 6 horas diarias.
También quitó tres ceros a la moneda ahora llamado “bolívar fuerte” e impuso una paridad oficial de 2.15 bolívares por dólar para dejar la impresión que la moneda está cerca de la norteamericana. Pero en el mercado negro el dólar alcanza los 4.5 bolívares.
A Chávez lo conocen popularmente como “el loco”. Aunque la mayoría le teme, muchos otros lo idolatran por sus desplantes populistas. Los medios de comunicación independientes, en especial la prensa, lo critican día tras día, pero su defensa ha sido clara y costosa: apoderarse de los medios electrónicos y controlarlos a como dé lugar.
Quedan estaciones independientes a las que combate día tras día. Globovisión está amenazada mientras que a Radio Caracas TV le arrebató la concesión en 2007.
En el campo y el sector productivo se viven tiempos de choque. El Gobierno de Chávez promueve invasiones de tierras y cuantas veces puede, complica las actividades de los empresarios en prácticamente todos los sectores.
Por ello Venezuela sufre una severa escasez de alimentos a pesar de que dólares sobran para importarlos. Comprar productos básicos es una ardua tarea para las amas de casa.
Este complejo clima social y económico explica la derrota que registró Chávez en el referéndum del pasado mes de diciembre que todos pensaban ganaría de calle. Pero con todo y adversidades los venezolanos no pierden su voluntad de lucha ni su tradicional alegría.
El humorista Laureano Márquez, quien fue multado con 50 mil dólares por mofarse de familiares de Chávez, es uno de los artistas más populares en Venezuela. “En este régimen —enfatiza— se disparó la delincuencia, la diferencia es que los asaltos a casas cambiaron de objetivo, ahora se llevan lo más valioso como leche, pan, huevos y los frijoles”.
El pasado fin de semana se realizó una reunión histórica en Caracas de la Sociedad Interamericana de Prensa, pero ni Chávez ni sus ministros asistieron a la inauguración a pesar de las reiteradas invitaciones.
En respuesta organizaron el congreso “Terrorismo mediático” para denostar a la SIP y a críticos del llamado Gobierno Revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela.
La derrota electoral de diciembre pareciera que debilitó a Chávez, pero nadie tiene la menor duda que se aferrará al poder e intentará perpetuar su régimen al estilo de su “padrino” Fidel Castro.
Por todo ello los venezolanos están ávidos de respaldo y solidaridad por parte de los países americanos. No están dispuestos ni merecen que un bárbaro como Hugo Chávez prolongue su dictadura que lleva ya nueve años.
Se trata de un hombre desquiciado que el poder lo ha llevado a cometer muchas locuras y barbaridades, pero podría realizar muchas más. Por cierto, la última fue adelantar los relojes 30 minutos y no una hora sólo para distinguirse de los norteamericanos.
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