Tremendo “jaloneo” fue el que provocó la presencia de Susana González durante el inicio de grabaciones de la serie “Sexo y otros secretos (S.O.S.)”. (El Universal)
Tremendo “jaloneo” fue el que provocó la presencia de Susana González durante el inicio de grabaciones de la serie “Sexo y otros secretos (S.O.S.)” ante la insistencia de la prensa por conocer a detalle su embarazo y continuar con el escándalo que la ha envuelto.
Esto, más allá de provocar la alegría en Susana ante el interés mostrado por la prensa, la actriz de telenovelas como “Pasión” lució como si se sintiera amenazada. Y cómo no iba a ser así, si entre gritos y empujones que parecían interminables trató de abrirse paso. Muchos se movieron; a otros pareció importarles más “tener la nota” que la salud de ella y del bebé que espera.
“Sí es niño. Oigan, chicos, yo creo que no voy a poder hacer la entrevista porque me están empujando mucho. Me detuve allá atrás y no se pudo. ¿Me podrían dejar pasar? Es que me están empujando. Estoy embarazada”, manifestó la ex de Eduardo Santamarina mientras los gritos de “¡ábranse!” o “¡déjenla pasar!” se escuchaban, entre ellos los del director de la serie, Benjamín Cann.
“De verdad que hoy no voy a hablar nada del tema porque no nos podemos organizar; me están empujando. Lo único que quiero es agradecerles su presencia en este evento. Ya he hablado lo suficiente; no tengo nada más qué decir”, expresó la actriz que da vida a Tania en dicha serie. En ese momento, gente de la producción organizó una “cadena humana” para protegerla.
“Son muchas preguntas y no me pudo dirigir a cada uno de ustedes. Otro día con mucho gusto, con más tranquilidad lo hacemos”.
“Nada más les digo, o sea, no voy a decir nada acerca del tema... Hoy nos reúne otra cuestión, y es de trabajo. Me siento muy feliz y eso me gustaría que les interesara a ustedes también, y que, a través de ustedes, pudiéramos transmitir a la gente la satisfacción de mostrarle al público esta segunda temporada...”, expresó Susana, quien a pesar de todo trató de mantener una sonrisa que delataba su preocupación y nerviosismo.
Todo concluyó cuando Susana huyó del lugar a bordo de una camioneta blanca que llegó hasta donde estaba para librarla de dicha situación.
