Una patente en la industria farmacéutica genera un monopolio de 20 años.
La patente garantiza a la industria farmacéutica un monopolio de al menos 20 años en cada medicina, lo que impide la competencia y la reducción de precios que son fijados discrecionalmente por las empresas, acusó la Asociación Brasileña Interdisciplinaria de Sida (Abia).
El coordinador ejecutivo y la asistente de Proyectos del Grupo de Trabajo en Propiedad Intelectual de esa organización, Veriano Terto y Gabriela Costa Chaves, en ese orden, explicaron que Brasil destina 700 millones de dólares para la compra de antirretrovirales, gasto que pone en riesgo a su sistema de salud pública.
"No se puede negar la importancia del papel de la industria farmacéutica frente al Sida, pero debemos tener un equilibrio de derechos. Está bien que las empresas tengan lucro, pero hay que preservar el derecho de los países a proteger la salud pública", dijo Terto.
"La lógica del mercado no puede sobreponerse a la de la salud pública, ese es el punto", completó Costa Chaves, quien precisó que en el país sudamericano reciben tratamiento antirreroviral unas 180 mil personas, de un total de 700 mil que viven con el VIH/Sida.
Aclaró que Brasil tiene una política de acceso universal desde principios de la década pasada, después de que el Estado producía los primeros antirretrovirales. "El desafío ahora es la sustentabilidad del sistema de salud pública. Brasil paga precios que no son fijados por la realidad económica".
De esa forma, continuó, la preocupación es que podría llegar el momento en que el gobierno no pueda pagar más las medicinas que importa, lo que llevaría a un desabasto.
En su momento, Terto añadió que la nueva generación de medicinas para el VIH llegan a precios muy altos, "eso ocurre no sólo en el caso del Sida, sino también para otros padecimientos como el cáncer y la hepatitis". Ante el monopolio que representa la patente en medicinas, hay un movimiento de salud muy grande en Brasil no sólo del VIH/Sida, sino de todo el sistema de salud, puntualizaron los representantes de la organización brasileña.
Por ello, insistieron en la importancia de presionar para acceder a medicamenos baratos y aunque "no podemos negar que el papel de la industria (farmacéutica) fue importante con la llegada de los antirretrovirales, debemos preservar el derecho a la salud pública". Coincidieron en que la epidemia no es generalizada en su país, sino que está concentrada entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, en los centros urbanos y entre los usuarios de drogas inyectables, "ya no es tanto un problema entre trabajadoras sexuales".