El juez que investiga la tragedia del avión MD-82 que provocó 154 muertos el pasado mes de agosto decidió interrogar a tres mecánicos a los que les podría imputar un presunto delito de homicidio imprudente.
En un auto hecho público este jueves, el juez Juan Javier Pérez citó a los dos mecánicos que examinaron la aeronave antes de que se estrellara poco después de despegar del aeropuerto madrileño de Barajas y al jefe de mantenimiento de Spanair en la terminal aérea.
La investigación judicial, paralela a la que sigue una comisión independiente del gobierno, pretende determinar si existe alguna responsabilidad penal en el siniestro. De momento, ninguno de los mecánicos ha sido formalmente procesado.
El primer informe oficial sobre el siniestro, elaborado por la comisión, no estableció una causa definitiva, pero sí apuntó que los alerones delanteros y traseros del MD-82 no se desplegaron correctamente durante la maniobra de despegue.
Además, el documento también reveló que las comunicaciones recuperadas de las cajas negras indicaron que ninguna alarma avisó en cabina de la supuesta avería.
El día del accidente, el avión abortó un primer intento de despegue debido a un problema en un medidor de la temperatura del aire colocado en el exterior de la cabina.
Spanair describió el problema como un desperfecto menor que fue subsanado satisfactoriamente. Sin embargo, el juez quiere profundizar en esta avería, al considerar que durante la reparación de la aeronave se pudo registrar un error que afectó al sistema eléctrico, impidiendo, por ejemplo, que se activasen los sistemas de alarma.
El accidente del pasado del 20 de agosto fue el más trágico de la aviación española en los últimos 25 años. Sólo 18 personas sobrevivieron.