El Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-Moon pronuncia un discurso durante la sesión de inauguración de la Séptima Sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en su sede de Ginebra, Suiza. (EFE)
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy una tercera ronda de sanciones contra Irán, enviando a Teherán un mensaje claro de que su negativa a suspender el enriquecimiento de uranio es inaceptable y crecientemente costosa.
El embajador de Irán ante la ONU, Mohammad Khazee, le dijo al consejo antes de la votación que su gobierno no aceptaría la "ilegítima acción" contra su "pacífico programa nuclear".
"Irán no puede y no va a aceptar un requerimiento que es legalmente defectuoso y políticamente coercitivo", dijo Khazee. "La historia nos dice que ninguna cantidad de presión, intimidaciones ni amenazas conseguirán forzar a nuestra nación a renunciar a sus derechos básicos y legales".
Por primera vez, la resolución prohibe el comercio con Irán de bienes que tienen usos civiles y militares y autoriza inspecciones de embarques desde y hacia Irán de los que se sospeche que llevan productos prohibidos.
La resolución introduce el monitoreo financiero de dos bancos que se sospecha tienen lazos con actividades de proliferación nuclear, Bank Melli y Bank Saderat. Llama además a todos los países "a ejercer vigilancia" en nuevos acuerdos comerciales con Irán, incluyendo a la hora de conceder créditos de exportaciones, garantías y seguridades.
La resolución asimismo ordena a los países que congelen los bienes de 12 compañías adicionales y 13 individuos vinculados con el programa nuclear o el programa de misiles balísticos de Irán.
Además, impone prohibiciones de viaje a cinco individuos vinculados con el programa nuclear iraní.
La mayoría de los nuevos individuos sujetos a sanciones son especialistas técnicos, pero uno, el brigadier general Mohammad Reza Naqdi, es una figura prominente en los Guardias Revolucionarios, un cuerpo militar elite, y es muy cercano al líder supremo ayatolá Ali Jamenei.
La votación fue de 14-0. En el voto final, Libia, Vietnam y Sudáfrica votaron sí, pero Indonesia se abstuvo.
Gran Bretaña y Francia, que auspiciaron la resolución, aplazaron la votación el sábado hasta el lunes para tratar de conseguir el apoyo de esas naciones, pero diplomáticos en el consejo dijeron que era dudoso que los cuatro votasen en favor de la medida.
Dos diplomáticos dieron crédito al presidente francés Nicolas Sarkozy por ayudar a convencer a Libia y Sudáfrica. El mandatario francés visitó Pretoria la semana pasada.