La mexicana Fabiola Corona durante la prueba del Triatlón femenino, dentro de los XXIX Juegos Olímpicos de Beijing 2008. (NOTIMEX)
La triatleta mexicana Fabiola Corona no aguantó el llanto, su rostro reflejó la sinceridad que se conjugó con la impotencia de no terminar una de las competencias más importantes de su carrera: su debut en Juegos Olímpicos, los de Beijing 2008.
Pese al esfuerzo en cada brazada inicial, la mexicana no pudo mantener ese aleteo en el agua y conforme seguía en el intento, sus rivales comenzaban a separarse una de la otra y dejarla en los últimos sitios.
Sin embargo, Corona cumplía con los parámetros, su entrenador la alentó desde la zona especial, pero su esfuerzo parecía inútil, porque su pupila salía del agua sólo por delante de las dos últimas competidoras.
En la natación hizo 22.16 minutos para llegar en el puesto 53 mientras la mayoría de las participantes habían tomado la delantera, entre ellas el poderoso equipo de Australia con Emma Moffatt, Emma Snowsill y Erin Densham, quienes imponían ritmo.
Pero de igual manera lucían la portuguesa Vanessa Fernandes, quien se presentó como la segunda mejor del mundo, y la británica Helen Tucker, la mejor del orbe en la actualidad.
Cuando subió a la bicicleta Fabiola sabía del reto que se le presentaba. Los mil 500 metros de natación la habían relegado de las líderes, por lo que para seguir a un buen ritmo debía superar la adversidad en dos ruedas.
En la punta las mejores mantenían el dominio, mientras la mexicana se quedaba rezagada y veía como las demás se alejaban cada vez más de sus posibilidades y de igual manera, su debut olímpico no era como lo había planeado.
En los primeros kilómetros de la prueba ciclista, Corona mantuvo una constante, pero alejada de la realidad, sus piernas "gritaban" del esfuerzo y sus músculos parecían explotar ante cada pedaleo.
Conforme avanzaba el tiempo, la triatleta tapatía no cesaba en su intento por remontar lugares, el destino y Dios, como ella lo definió, no habían querido que realizara una mejor competencia ante un intenso calor y una fuerte humedad.
"No sé que me pasó", dijo Fabiola, quien no pudo más y reventó en llanto. Y es que antes de terminar la carrera ciclista y al verse superada por mucho margen, decidió por el retiro.