La historia, así como los procesos y el comercio del algodón son expuestos en el nuevo Museo del Algodón que fue inaugurado ayer por la tarde.
La comunidad lagunera fue testigo de la apertura del nuevo recinto creado como un homenaje al oro blanco y a Torreón.
Mucho más atractivo e innovador de lo que se platicaba, así es el nuevo Museo del Algodón, que ayer por la tarde abrió sus puertas al público.
Especialmente el público infantil tiene desde ahora el espacio más lúdico en donde aprender a la vez que se divierte pues en este reciente espacio dedicado al oro blanco no sólo se ve y se escucha acerca del algodón sino que se experimenta, ejemplo de ello es la alberca de pelotas realizadas con algodón.
Pero no todo se concentra en la parte lúdica pues la historia y el arte local también hacen presencia con representantes como Gerardo Beuchot que develó sus murales, uno ubicado a un costado entre la entrada principal y la taquilla del museo, éste es muy grande e impactante con todo el estilo del pintor, y aún tenía un ligero olor a barniz.
La ceremonia estaba planeada para las 5:30 de la tarde, pues desde las 4:00 de la tarde había frente a la Plaza de Armas dos tranvías y dos camionetas que trasladaron al público que de manera gratuita quisiera asistir a esta inauguración. Y de esa forma fue que se trasladaron los integrantes de lo que fue el Patronato del Centenario de Torreón, precursores del proyecto.
Luego, alrededor de las 6:00 de la tarde el alcalde de la ciudad José Ángel Pérez dio la bienvenida y después se leyó una semblanza acerca del nuevo recinto museístico.
Al entrar una museografía muy cuidada queda ante el espectador, desde el jardín principal la idea es la de un campo de algodón, con los copos, ramas, tierra y agua simulando la tierra lagunera.
Luego es posible encontrar la placa conmemorativa con la fecha y datos acerca de su apertura, y ya en el segundo patio es posible ver un relieve metálico de Leonardo Zuloaga, y muy cerca de eso está una placa grabada que da testimonio del terreno en el que se ubica el museo que es precisamente el casco de la ex hacienda El Torreón, sitio en el que comenzó la ciudad.
Hay una maqueta en la que destaca la Casa del Cerro, pero en esa misma área es posible encontrar el plano oficial de la ciudad de Torreón, en una enorme cédula de vinil, las puertas son automáticas y a la cercanía del visitante de inmediato se abren para dar paso a una enorme sala principal cuyas paredes están cubiertas de elementos históricos, historia y muchos detalles referentes al significado del algodón en esta tierra como por ejemplo las típicas pacas de algodón en medidas enormes que cubren las paredes y otras pequeñitas en vitrinas como los típicos souvenirs, también están los uniformes de los equipos de beisbol y basquetbol algodoneros, por supuesto.
Así, a partir de hoy la ciudad tiene un nuevo espacio que vale la pena visitar, con un tema en particular que presenta al espectador la historia y el origen de la ciudad, todo esto bajo un hilo conductor que de alguna manera definió el futuro de La Laguna: el algodón.