Periodistas y trabajadores del canal ecuatoriano de televisión privada, Gamavisión, demandaron libertad de expresión, ante la toma de esas instalaciones por el Gobierno de ese país. (AP)
La toma de dos canales de televisión y la incautación de sus equipos por parte del Gobierno de Rafael Correa, en Ecuador, desató una crisis de Gabinete que terminó con la renuncia del ministro de Economía, Fausto Ortiz y con el mandatario negando que la medida fuera impulsada para “levantar en las encuestas” con vistas al referéndum para ratificar la Constitución.
Primero fue la renuncia del presidente de la Asamblea Constituyente, el ex ministro Alberto Acosta, ahora este cambio, lo que dibuja un panorama de crisis en el Gobierno con vistas a la cita electoral de septiembre próximo.
Todo se originó cuando la Agencia de Garantía de Depósitos, que dirigía la ayer designada nueva ministra de Economía, Wilma Salgado, decidió proceder contra las populares cadenas TC televisión y Gama Televisión, al igual que contra un centenar de empresas, todas pertenecientes a los hermanos William Y Roberto Isaías, prófugos de la Justicia tras la quiebra fraudulenta en la crisis económica del Filambanco en 1998.
Si bien el presidente de Gama, Alberto Dasum, al igual que otras voces de la Oposición y de la prensa, calificaron la medida como “un ataque a la libertad de expresión para callarnos por decir la verdad”, la AGD circunscribió la medida a las deudas contraídas por los hermanos Isaías, residentes en Miami, a quienes el presidente venía criticando en los últimos días.
La medida originó una fuerte discusión entre Correa y Ortiz, quien se negó a refrendar la orden de la AGD y terminó renunciando a su cargo.
