En el futuro cercano las tiendas de ropa tendrán escáneres en 3D capaces de determinar nuestra talla en un instante. (El Universal)
La forma en que elegimos la ropa en los grandes almacenes está a punto de cambiar. Los “vestidores inteligentes”, espacios donde el uso de la tecnología puede hacer de cada compra, de cada prenda, una experiencia única, se encuentran a la vuelta de la esquina.
“Existen dos momentos de la verdad”, comenta Fred Dust, de la consultora en diseño Ideo, en texto publicado por la revista Forbes. “Cuando eliges una prenda y cuando te la pruebas en el vestidor”.
Para ayudar a los compradores a tomar decisiones, organismos como el Palo Alto Research Center (PARC), dedicado a la innovación y tecnología, ha desarrollado los llamados “espejos inteligentes”, capaces de captar imágenes de los clientes y generar una especie de “catálogo virtual” que exhibe las distintas prendas que se han probado: el comprador podrá ver esas imágenes y elegir lo que mejor le queda. Las tiendas Prada de Beverly Hills y el SoHo neoyorquino han comenzado a usar este sistema.
Y es sólo el principio. Las llamadas “compras sociales” serán también otra alternativa. Partiendo de la premisa de que la gente nos gusta comprar en grupo, y por medio de una conexión a Internet, el cliente podrá enlazarse en videoconferencia con familiares, amigos, incluso redes sociales, donde sus “acompañantes virtuales” podrán ayudarle a elegir. (¿Acaso no sería extraño que alguien en Dinamarca o Hong Kong nos dijera: “sí, cómpratela, se te ve increíble”?).
Group Think IconNicholson, una agencia de diseño digital, trabaja actualmente en un incipiente sistema de este tipo para la cadena Bloomingdale’s. Será sólo cuestión de tiempo para que la idea se popularice.
Pero la tecnología no se detiene allí. De acuerdo con Richard Russo, fundador de Hybridia Design, en el futuro las tiendas de ropa implementarán también escáners en tercera dimensión capaces de determinar nuestra talla en sólo un instante, y hacer sugerencias basadas en nuestra complexión y peso. Una encuesta realizada en Estados Unidos a cuatro mil 600 personas, reveló que más del 50 por ciento de los compradores espera que esta tecnología esté lista para el año 2015.
Pero en lo que esto sucede, las compañías trabajan activamente en el mejoramiento de los probadores. Adiós al incómodo cuartito mal iluminado donde el cliente apenas podía moverse. Tiendas como Gap y Banana Republic están invirtiendo en probadores más grandes, con espacio incluso para otras personas, iluminación más realista, interfones para llamar al personal de la tienda o solicitar diferentes tallas, y “puertas de entrega” para recibir las prendas.
“Hacer de los probadores una experiencia agradable incrementa hasta tres o cuatro veces la posibilidad de compra” concluye Ken Nisch, presidente de la consultora en diseño JGA. “Es algo que no podemos descuidar”.
