Gwalior, India. En las elecciones realizadas el domingo antepasado en el estado norteno indio de Gujarat ganó por una impresionante mayoría el partido nacionalista conservador BJP que se presentó como impulsor exitoso del desarrollo económico y social local. Venció al Partido del Congreso conocido desde el siglo antepasado como el abanderado de la independencia nacional. El Congreso, sin embargo, también se ostenta como el promotor de la apertura y modernización del país. Fue así como recuperó el poder central en las últimas elecciones generales.
Ninguno de los dos partidos puede gobernar sin entrar en alianzas con alguno de los más pequeños dentro de una constelación de más de cincuenta nacionales y regionales. El BJP que estuvo en el poder hace cuatro años encabezó una coalición con sectores tradicionales que defienden valores recalcitrantemente hinduistas. Su identificación con ellos lo hizo inevitablemente corresponsable de dramáticas violencias estalladas entre musulmanes e hindúes. El Partido Congreso, actualmente gobernante, requiere el refuerzo de los partidos comunistas que, por cierto, no han querido formar parte del Gabinete prefiriendo mantenerse como críticos cada vez que les conviene.
El arreglo sobre transferencia de tecnología nuclear para usos pacíficos que el Gobierno acaba de firmar con los Estados Unidos y que requiere ratificación del Parlamento es un caso muy actual de las dificultades que suscitan los comunistas. Pese que el acuerdo está claramente definido en el terreno de usos no-militares, los comunistas insisten en que es una alarmante cesión de soberanía por lo que se manifiestan resueltamente en contra. El que la India terminaría así la etapa de aislamiento internacional al incorporarse a los países aprobados por la Agencia Internacional de Energía Nuclear de Naciones Unidas encabezada por el señor ElBaradei no es argumento suficiente para los de izquierda amenacen con un voto de no confianza que podría echar abajo al Gobierno congresista.
Las elecciones en Gujarat fueron importantes al dar la victoria en la Asamblea Estatal al BJP el encarnizado enemigo del partido del Congreso. Por ahora el Gobierno central deja a un lado la intención de llamar a elecciones generales anticipadas en 2008. No podría confiarse ya en ganarlas tan fácilmente como hace dos semanas parecía.
Hay otras implicaciones con el triunfo del BJP en Gujarat. Los sectores extremistas proclaman la superioridad del hinduismo sobre cualquier otro componente de la multifacético comunidad india. Las violencias no sólo interraciales sino religiosas estallan con frecuencia desde sus filas. Por ello durante la reciente campaña, la presidente del Partido Congreso. Sonia Gandhi, acusó al senor Modi, jefe del Ejecutivo de Gujarat, ahora reelecto, de ser “mercader de la muerte”.
Al tiempo de escribir esta nota, se escenifica la quema de iglesias y de hogares católicos en Orissa, otro estado de la India. Las turbas que las realizan son una expresión más del movimiento fundamentalista“Hindutva”.
Llama la atención que tanto el Congreso como el BJP coincidan en su empeño por hacer de la India una gran potencia internacional tanto en lo económico como en lo político. En la administración del BJP, bajo el veterano líder Vaspajee, se continuó la apertura iniciada hacia varios anos por el ahora primer ministro Manmohan Singh. El crecimiento impresionante del país no se ha interrumpido a lo largo de los sucesivos Planes quinquenales.
Hay, sin embargo, un profundo contraste de visión sobre cómo realizar la grandeza de la India. El Congreso abriendo la economía a la globalización y a una controlada inversión extranjera y un BJP que busca hacer lo mismo, pero desde la trinchera de arcaísmos culturales apoyados en un electorado 85% hindú.
Tal vez la libertad política garantizada por el sistema parlamentario que ha regido a la India desde su Independencia en 1947 explique que puedan darse hasta las expresiones más violentas y tumultuarias de esas diferencias. En China, el portentoso vecino al norte, también hay profundas divisiones conceptuales de cómo llevar a cabo su propia gran visión. Ahí. empero, no hay más que un único partido. La decisión oficial es la única que vale y se impone.
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