En este mundo matraca se hacen listas, índices y clasificaciones de todo tipo. Pero con frecuencia se soslaya lo obvio: se pone lo urgente por encima de lo importante.
Así, el Banco Mundial y otras instituciones por el estilo elaboran listados de países de acuerdo a qué tanto ganan en promedio sus habitantes, o a cuántos litros de agua tienen acceso por año; pero no tienen una herramienta que mida la felicidad de la gente, o qué tan contenta está con su vida. Que yo sepa, no hay un índice de la esperanza. Y aquí entre nos, eso es más importante para la vida de las personas que el ingreso per cápita o qué tanto debe en la tarjeta de crédito. Bueno, de acuerdo, eso también es importante, porque puede repercutir, precisamente, en qué tan claro u oscuro se ve el futuro. Ya me entienden. Pero como que hay que tratar de medir otras cosas menos materiales, más espirituales.
Tal fue la idea detrás de la propuesta que hiciera un filántropo australiano, Steve Killelea. Queriendo saber qué es lo que hace pacífico a un país, le comisionó a la Unidad de Inteligencia del periódico The Economist elaborar un índice de paz para ranquear a los distintos estados. Luego de mucha discusión, gritos y sombrerazos, se calculó el índice de acuerdo con 24 criterios tan dispares como gasto militar, número de homicidios por cada 100,000 habitantes, grados de corrupción pública y privada, posibilidad de ocurrencia de eventos terroristas y acceso a la educación. Como se puede ver, de todo como en botica.
De acuerdo con esas variables, el país más pacífico de este planeta es Islandia, la remota isla que bordea el Círculo Polar Ártico. Quizá lo más agresivo que ha salido de allí ha sido la nefasta cantante BJork. Claro que Islandia tiene menos habitantes que Coahuila. Pero en fin.
Le siguieron los sospechosos de siempre: Dinamarca, Noruega y Nueva Zelanda, que no por nada es tierra de hobbits. En los primeros diez más pacíficos se hallan otros países con baja criminalidad como Japón, Irlanda, Portugal y Finlandia. Me extraña no hallar por ahí a Suecia; y el lugar tan alto que alcanzan pueblos históricamente con fama de rijosos, como irlandeses y lusos.
En la lista de 140 países, Gran Bretaña quedó en el sitio 49 (abajito de Panamá) y Estados Unidos en el lugar 97 (abajito de ¡Papúa Nueva Guinea!). Ello se debe, por supuesto, a los altos niveles de criminalidad, la cantidad de gente que está en prisión, y la amenaza terrorista, así sea ésta mental.
México está en un vergonzoso lugar 93 (bajamos del 79 que teníamos el año pasado) por debajo de países que en las últimas décadas hemos considerado muy violentos como El Salvador, Cambodia, Serbia y hasta Brasil.
Evidentemente, México no es un país pacífico. Y con un Estado de Derecho disfuncional, la impunidad rampante y una clase política execrable, no creo que vayamos a subir muchos lugares en ese índice en los tiempos por venir.
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http://www.visionofhumanity.org).
