Los jóvenes de la Casa del Estudiante esperan contar con mejores instalaciones para vivir y terminar sus estudios.
Los jóvenes que habitan la Casa del Estudiante Indígena aseguran que las autoridades han hecho caso omiso a sus peticiones, y es que desde hace varios años se está gestionando un recurso para mejorar las instalaciones del lugar donde se encuentran.
La casa, ubicada en calle Aquiles Serdán esquina con Zaragoza, se encuentra en deplorables condiciones, ya que más de la mitad de la construcción está en ruinas y la otra parte es poco habitable. A pesar de ello, 44 jóvenes entre hombres y mujeres viven en este lugar mientras cursan sus estudios en diferentes centros académicos de la ciudad. La totalidad de los estudiantes proviene de la zona serrana y se trasladan a esta capital para continuar sus estudios, por lo que las condiciones del albergue son de suma importancia.
Gestión
Pedro Martínez Coronilla, director de esta casa, ha realizado gestiones en el Gobierno del Estado, donde lo remiten a la Sedesoe para que le resuelvan su petición. Sin embargo Abraham Moreno ha hecho caso omiso de estas peticiones desde hace ya varios años. A partir de la presión que ha ejercido Martínez Coronilla y el Comité de Estudiantes, que dirige Jesús García Gurrola, se logró obtener un recurso que se destinará a la rehabilitación de los techos de dos habitaciones. Sin embargo, la condición para entregarles dicho apoyo es que ellos, los jóvenes, aporten la mano de obra.
Larga espera
Cada fin de semana los jóvenes hacen presencia en algunos de los cruceros más transitados de la ciudad para realizar una colecta que les ayuda a sobrevivir en la casa, sin embargo, a partir de la semana pasada lo recolectado se destinará para la mano de obra, por lo que los estudiantes no han podido regresar a sus comunidades en estas vacaciones.
Jesús García Gurrola afirma que ya tienen los permisos otorgados por el INAH y del Ayuntamiento para el inicio de la obra, sin embargo aún no se firma el convenio entre la Casa y la Sedesoe, por lo que se espera que sea en esta semana que se lleve a cabo la rúbrica del mismo.
Mientras tanto los jóvenes estudiantes sobreviven con el subsidio que les otorga la Comisión de Desarrollo Indígena, de 20 mil pesos por semana, recursos que les proporcionan en especie. García Gurrola asegura que ya no han recibido amenazas ni letreros ofensivos por parte de organizaciones estudiantiles, por lo que se muestran confiados en que perdure este ambiente de relativa paz que viven.