EL SIGLO DE DURANGO
MEZQUITAL, DGO.- Programas y apoyos de 50 mil y 100 mil pesos no son suficientes para ayudar a sacar del rezago a Santa María de Ocotán y Xoconostle, la comunidad más grande del estado; por eso las familias salen enteras en busca de oportunidades, refirió Santiago Calleros Soto.
El dirigente comentó que es mucha la necesidad y poco el apoyo que los indígenas y habitantes en general de la región reciben por parte del Estado y la Federación, pues la ayuda sigue siendo para los que menos la necesitan.
Para poder subsistir, hay una constante emigración a regiones más productivas como los estados de Nayarit y Zacatecas, así como el municipio de Canatlán en tiempo de pizca de manzana.
SIN OPCIONES
Pero en Santa María de Ocotán, Mezquital, no hay nada más que árboles, pero desde hace siete años hay veda por el supuesto aprovechamiento ilícito de la madera, de lo cual culpa al Gobierno y las instancias reguladoras, ya que con un control adecuado se hubiera impedido dicha sanción.
Aún faltan tres años para que termine la veda, por lo que los comuneros de Santa María de Ocotán no pueden aprovechar lo que ha sido su fuente de sustento durante mucho tiempo. “Algunos tienen sus vaquitas, unos marranitos, pero es muy poco como para decir que viven de ello”, comentó Calleros Soto.
“Ni modo, estamos castigados para sacar la madera de la comunidad, pero lo malo es que no hay proyectos que permitan que podamos tener otras alternativas para trabajar y sacar adelante a nuestras familias”, agrega.
Hay 32 anexos, de los cuales la gente empieza a irse cuando ven que no tienen oportunidad de salir adelante, pues en ocasiones deciden quedarse en el lugar donde se fueron como jornaleros por temporada.
Son 42 mil 36 hectáreas las que comprende el territorio de la comunidad, de las cuales a muy pocas se les saca provecho, concluyó Santiago Calleros.
Numeralia
46,036
hectáreas
tiene la comunidad
32
anexos
tiene Santa María de Ocotán
