Los constructores de la Comarca Lagunera declaran que ya tocaron fondo, por lo que no dudan que el siguiente paso sea el cierre de empresas.
Los constructores reconocen que ya tocaron fondo y por ello afirman que 2008 uno de los peores años para la industria, inclusive superior a la crisis de 1995.
La radiografía del sector es grave, al enfrentar problemas de liquidez ante la nula obra nueva pública en el año, recortes de personal y operaciones al 30 por ciento de la capacidad instalada, por lo que no descartan el cierre definitivo de empresas.
Ernesto Gómez Escalera, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en la Comarca Lagunera comentó tras reunirse con la delegación de Saltillo y Monclova el pasado lunes, que las empresas “ya tocamos fondo”, por lo que no descarta como siguiente paso el cierre definitivo de empresas.
Los factores que señalan que han influido para el pesado año dentro de los constructores son: la falta de obra pública nueva y el aumento en 65 por ciento en el precio de insumos, ha obligado a realizar recortes de personal, aunque no se precisa la cifra exacta.
Gómez Escalera dijo que son inquietantes los golpeteos que sufre la industria de la construcción no sólo en La Laguna, sino a nivel estatal. Señaló en primer lugar el bajo volumen de obra pública tanto por parte del Estado y del Municipio. Dijo que la reunión en Saltillo reflejó una gran preocupación de los constructores, quienes aún se preguntan qué está pasando, cuestionamiento que pronto le harán a las autoridades correspondientes ante la baja obra pública que se esta dando en 2008.
Por ello, hizo un llamado urgente a las autoridades correspondientes de Coahuila y Durango para solicitar el apoyo, el cual se traduce simplemente en trabajo.
El presidente de la CMIC en La Laguna dijo sin precisar cifras que las empresas ya han aplicado recortes de personal, en niveles que les permitan seguir operando ante la falta de obra. Las más afectadas son las pequeñas y medianas empresas, ya que el sector está operando tan sólo al 30 o 40 por ciento de su capacidad instalada.
“Qué más podemos decir ante el aumento sustancial en los precios de los insumos, el golpeteo en la gasolina y en otros productos”.
Para Gómez Escalera es difícil precisar si los constructores pueden o no aguantar una semana, un mes o lo que resta del año para no tomar decisiones más drásticas, es decir el cierre definitivo de las empresas, ya que afirmó que “ya tocamos fondo, es una situación muy seria y realmente necesitamos el apoyo de las autoridades correspondientes”.
Dijo que ante la menor actividad dentro de la industria miles de familias se verán afectadas, situación que agravará el problema de inseguridad. Con un total de 150 socios, afirmó sin dudarlo que “no nos falta mucho para el cierre de empresas”.
El escenario que dibuja en el muy corto plazo es desalentador ante una crisis mundial dentro del sector financiero y si no hay una respuesta inmediata de las autoridades, por lo que expresó que “lo más probable es que vayan a cerrar”. Aclaró que hasta el momento no han dejado de cumplir con sus obligaciones ante el IMSS y otras, sin embargo buscan exponerles su situación ya que ante la falta de obra y poca liquidez, pocos podrán hacer frente a sus compromisos.