Se encontraba de paseo en un balneario, a pocos kilómetros de Cuencamé, Durango, cuando le dio un infarto dentro del agua.
Inesperado
Personal de la Subprocuraduría en La Laguna de Durango, manifestó que el lunes, alrededor de las dos de la tarde, había perdido la vida Ignacio Valdez Ávalos, de 53 años, quien tenía su domicilio en el ejido Antonio Amaro, del municipio de Guadalupe Victoria, Durango. Según las autoridades, Ignacio se encontraba en las aguas termales del ejido Ramón Corona, del municipio de Cuencamé, Durango, cuando un infarto pulmonar agudo, ocasionó que el cuerpo se sumergiera dentro de una de las albercas.
Al lugar acudió una ambulancia de la Cruz Roja para bridar los primeros auxilios, pero Ignacio ya había fallecido.
Fueron por él
Cerca de las nueve de la noche, una unidad del Servicio Médico Forense, Semefo, acudió al lugar para trasladar el cuerpo de Ignacio, al Anfiteatro, en Lerdo, con el fin de practicar la necropsia de ley al cuerpo. Médicos legistas de la Subprocuraduría, manifestaron que el occiso había perecido a consecuencia de un infarto pulmonar agudo, lo que posteriormente le había provocado una embolia cerebrar y la asfixia por imersión. La madrugada de ayer, el cuerpo fue entregado a los familiares de Ignacio, quienes lo llevaron a Guadalupe Victoria, Durango.