Los cálculos renales de mayor tamaño suelen ocasionar dolores intensos en la parte baja de la espalda y el abdomen, ante lo cual es necesario recurrir al médico.
Las llamadas piedras en el riñón son propiciadas por una dieta alta en proteínas y baja en líquidos.
Factores como la poca ingestión de agua, una dieta alta en proteínas o infecciones en las vías urinarias, pueden favorecer la formación de cálculos renales, los que llegan a generar severas molestias y algunas complicaciones.
El centro de salud Isauro Venzor, informó que los cálculos también conocidos como litiasis renal, son masas duras como una piedra, que se forman por la saturación de sales en la orina y otras sustancias acumuladas, como el calcio y el ácido úrico en los riñones o vías urinarias.
Su tamaño puede variar desde un milímetro, hasta tres centímetros o más de diámetro.
Mientras que los más pequeños no producen molestias, los mayores sí causan un dolor intenso en la parte baja de la espalda, el cual se irradia hasta el abdomen y la pelvis.
Además de los factores señalados, los cálculos renales se pueden ver favorecidos por una dieta alta en sales y proteínas, debido a que alimentos como el pescado y las carnes rojas favorecen la concentración de ácido úrico en la orina, así como por trastornos metabólicos y las infecciones más comunes en las vías urinarias.
Cabe señalar que los cálculos renales pueden provocar diversos síntomas, lo cual depende de su composición, tamaño y ubicación dentro del aparato urinario, de manera que los más pequeños no producen ninguna molestia y sólo llegan a ser detectados a través de exámenes de orina.
Sin embargo, los que son de mayor tamaño suelen provocar dolores intensos en la parte baja de la espalda, que incluso se reflejan hasta el abdomen y los genitales; generalmente este dolor se acompaña de náuseas, vómito, sudoraciones y sensación de inflamación en el abdomen, así como de la obstrucción en la salida de la orina.
Otros síntomas que pueden llegar a presentarse son la presencia de orina turbia o con olor desagradable; fiebre, escalofríos y debilidad.
Para el diagnóstico de la enfermedad, es necesario practicar estudios de laboratorio, así como radiografías y ecografías, lo que además sirve para encontrar padecimientos asociados a la formación de piedras.
En cuanto al tratamiento, se indicó que éste es de acuerdo con el tipo de cálculos, pero en general es recomendable ingerir abundantes líquidos para que la producción de orina arrastre las piedras o arenillas.
Para prevenir
Dentro de las medidas preventivas contra los cálculos renales figuran:
· Tomar abundantes líquidos, de preferencia dos litros o más de agua al día.
· Mantener una dieta baja en calcio, sal y proteínas.
· Evitar las infecciones urinarias.
· En caso de que éstas se presenten, tratarlas de inmediato.
FUENTE: Centro de salud Isauro Venzor
