El PRD entró –en el primer día de Jesús Ortega despachando en la oficina del presidente nacional perredista– en un una intensa negociación con miras al reparto de los órganos de dirección y las 15 secretarías que integran el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del instituto político.
Ayer, en un cónclave, las corrientes internas del perredismo determinaron crear tres comisiones que se encargarán de su estrategia electoral, de conformar los órganos de dirección del partido y reglamentos internos a fin de evitar la confrontación.
De entrada se ha planteado que nueve carteras sean para el bloque que encabeza Nueva Izquierda (de Jesús Ortega) y seis para Izquierda Unida (grupo de corrientes fieles a Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas), pero los encinistas exigen mayor equidad.
Pero las tribus no sólo se disputan el secretariado sino también la representación ante el Instituto Federal Electoral, los integrantes de la Mesa Directiva del Consejo Nacional, así como a los miembros del Comité Técnico Electoral y de la Comisión Nacional de Garantías.
Pese a que hay acuerdos iniciales para que nueve carteras sean asumidas por Nueva Izquierda y seis por Izquierda Unida, falta alcanzar acuerdos para saber quién ocupará cada secretaría; por ser año electoral las más importantes, dice Ricardo Ruiz de Izquierda Unida son: Elecciones, Finanzas, Organización, Comunicación, y la representación ante el IFE.
Ruiz, cercano a Encinas, detalló que en un planteamiento más “parejo” se debe contemplar un escenario 8-7, además de que se ha contemplado la posibilidad de entregar una cartera a la corriente denominada “El Movimiento”, de Pablo Gómez y Juan Guerra.
Guadalupe Acosta, ex líder nacional del PRD y representante de la corriente Nueva Izquierda en el cónclave de tribus, confió en que el reparto de carteras se alcance por unanimidad mediante, dijo, “un acuerdo razonable”.