Ayer se realizó un encuentro de los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe (izq.) y Venezuela, Hugo Chávez, en las instalaciones del centro de refinación de Paraguaná, en Venezuela. (Notimex)
Señalan que las cancillerías y embajadas de los dos países andinos iniciarán una ‘muy acelerada dinámica’ para recuperar el tiempo perdido.
Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Álvaro Uribe, decretaron ayer el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales, tras dar por superada la crisis diplomática desatada hace ocho meses.
Al término de una reunión a solas de más de tres horas, Chávez y Uribe comparecieron ante la prensa, sonrientes y bromeando sobre el almuerzo, para calificar de “fresca” y “positiva” la cita, que consideraron un “ejercicio de liderazgo”.
“A partir de hoy comienza una nueva etapa” en las relaciones colombo-venezolanas, “hemos decidido retomar, y lo hacemos a plenitud de sentimientos y voluntad, el camino que venimos construyendo (...) que bastantes cosas positivas logramos”, declaró Chávez.
Uribe señaló que en adelante queda que “las cancillerías y embajadas” de los dos países andinos inicien una “muy acelerada dinámica” para recuperar el tiempo perdido en materia de cooperación bilateral.
La crisis entre ambas naciones comenzó a finales de noviembre pasado, cuando Uribe cesó la mediación oficial en busca de un canje humanitario con las FARC que desde mediados de agosto cumplía Chávez junto a la senadora colombiana opositora Piedad Córdoba.
La máxima tensión se registró tras el ataque colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC en Ecuador el 1 de marzo, que Chávez calificó de “violación a la soberanía” y generó el traslado de 10 batallones venezolanos a la frontera con Colombia, de 2 mil 219 kilómetros, y el retiro temporal de los embajadores en cada país.
El mandatario venezolano precisó que su Gobierno ya dio instrucciones para que sean “retomados todos los temas” que se habían suspendido durante la crisis, entre ellos la construcción de una tubería de gas binacional conocido como gasoducto Transguajiro.
“Queremos que siga creciendo el comercio gigantesco”, aseveró Chávez, en referencia al intercambio bilateral que se acerca a los 6 mil millones de dólares.
El gobernante venezolano agregó que su colega colombiano aceptó su pedido de establecer “esquemas de cooperación más efectivos en la lucha contra el narcotráfico”.
Uribe, por su parte, resaltó las potencialidades de los dos países en materia agrícola, energética y comercial, y en este último aspecto subrayó la importancia de que la finalidad no sea sólo “lucrativa”, sino que sea además un “factor de integración”.
Al ser preguntado sobre el conflicto interno colombiano y su posible nueva participación, Chávez respondió que “sería muy pronto para hablar de eso”, aunque reiteró la disposición de su Gobierno para ayudar al proceso de paz en el vecino país.
En ese sentido, Uribe sostuvo que el deseo de su Gobierno es que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberen a los 27 rehenes considerados “canjeables” por guerrilleros presos y luego encaminarse a un proceso de paz.
Los dos gobernantes se limitaron a ofrecer la rueda de prensa y no suscribieron ninguna Declaración Conjunta o acuerdo, como se había anunciado oficialmente. Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Álvaro Uribe, decretaron ayer el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales, tras dar por superada la crisis diplomática desatada hace ocho meses.
Al término de una reunión a solas de más de tres horas, Chávez y Uribe comparecieron ante la prensa, sonrientes y bromeando sobre el almuerzo, para calificar de “fresca” y “positiva” la cita, que consideraron un “ejercicio de liderazgo”.
“A partir de hoy comienza una nueva etapa” en las relaciones colombo-venezolanas, “hemos decidido retomar, y lo hacemos a plenitud de sentimientos y voluntad, el camino que venimos construyendo (...) que bastantes cosas positivas logramos”, declaró Chávez.
Uribe señaló que en adelante queda que “las cancillerías y embajadas” de los dos países andinos inicien una “muy acelerada dinámica” para recuperar el tiempo perdido en materia de cooperación bilateral.
La crisis entre ambas naciones comenzó a finales de noviembre pasado, cuando Uribe cesó la mediación oficial en busca de un canje humanitario con las FARC que desde mediados de agosto cumplía Chávez junto a la senadora colombiana opositora Piedad Córdoba.
La máxima tensión se registró tras el ataque colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC en Ecuador el 1 de marzo, que Chávez calificó de “violación a la soberanía” y generó el traslado de 10 batallones venezolanos a la frontera con Colombia, de 2 mil 219 kilómetros, y el retiro temporal de los embajadores en cada país.
El mandatario venezolano precisó que su Gobierno ya dio instrucciones para que sean “retomados todos los temas” que se habían suspendido durante la crisis, entre ellos la construcción de una tubería de gas binacional conocido como gasoducto Transguajiro.
“Queremos que siga creciendo el comercio gigantesco”, aseveró Chávez, en referencia al intercambio bilateral que se acerca a los 6 mil millones de dólares.
El gobernante venezolano agregó que su colega colombiano aceptó su pedido de establecer “esquemas de cooperación más efectivos en la lucha contra el narcotráfico”.
Uribe, por su parte, resaltó las potencialidades de los dos países en materia agrícola, energética y comercial, y en este último aspecto subrayó la importancia de que la finalidad no sea sólo “lucrativa”, sino que sea además un “factor de integración”.
Al ser preguntado sobre el conflicto interno colombiano y su posible nueva participación, Chávez respondió que “sería muy pronto para hablar de eso”, aunque reiteró la disposición de su Gobierno para ayudar al proceso de paz en el vecino país.
En ese sentido, Uribe sostuvo que el deseo de su Gobierno es que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberen a los 27 rehenes considerados “canjeables” por guerrilleros presos y luego encaminarse a un proceso de paz.
Los dos gobernantes se limitaron a ofrecer la rueda de prensa y no suscribieron ninguna Declaración Conjunta o acuerdo, como se había anunciado oficialmente.
Reunión es un ‘asunto de ellos’: EU
El Gobierno de Estados Unidos consideró ayer que la reunión entre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, para dirimir sus diferencias, es “un asunto de ellos”.
Uribe y Chávez se reunieron ayer en Paraguaná, a unos 500 kilómetros al oeste de Caracas, por primera vez en cerca de ocho meses con miras a “reactivar” las relaciones bilaterales. Sobre ese encuentro, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, dijo que “verdaderamente es un asunto que atañe a los dos vecinos... la decisión de reunirse para discutir asuntos” del presente o pasado entre ambos países “es asunto de los dos líderes y sus gobiernos”.
McCormack recalcó que Estados Unidos ha apoyado firmemente al presidente Uribe y a su Gobierno en la lucha contra el terrorismo y contra la guerrilla de las FARC.
También ha apoyado la decisión de Uribe de denunciar y actuar en contra de “fuerzas que hayan podido buscar refugio fuera de las fronteras de Colombia”.
Por otra parte, el portavoz del Departamento de Estado descartó que Estados Unidos vaya a recibir “en el futuro próximo” una invitación para que funcionarios de alto rango del Gobierno de Washington viajen a Venezuela.
“Tenemos representación diplomática en Venezuela, así que somos perfectamente capaces de mantener un contacto diplomático diario”, acotó.
“No me he enterado de ninguna invitación a funcionarios de alto rango para que viajen a Venezuela y estoy muy seguro de que no vamos a recibir una en el futuro próximo”, agregó.
