Madonna agradeció a toda la gente que ha impulsado su carrera. (Fotografía de AP)
La cantante estadounidense Madonna ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll en una ceremonia de la vigésima tercera edición realizada la noche del lunes en el Hotel Waldorf Astoria, de esta ciudad.
Cubriendo los requisitos para ingresar al Salón, que hayan pasado 25 años del lanzamiento de su primer sencillo o álbum, y ser apadrinados en su ingreso, Madonna encabezó la lista en la que también aparecen el rockero John Mellencamp y el cantautor canadiense Leonard Cohen.
Otros artistas que ingresaron al Salón son: los productores de soul de Filadelfia Kenny Gamble y Leon Huff, los rockeros británicos Dave Clark Five y los músicos surf The Ventures.
Los cinco artistas fueron elegidos por 600 profesionales de la música que este año dejaron fuera a Donna Summer, Chic y los raperos Afrika Bambaataa y los Beastie Boys.
Madonna recordó que a los 14 años un profesor la animó a que siguiera sus sueños y precisó que ‘35 años después la gente todavía me está animando a que siga creyendo en mis sueños. ¿Qué más puedo pedir?’.
Madonna, de 49 años de edad, hizo su debut en 1982 y su primer disco ‘Madonna’ incluyó éxitos como ‘Holiday’ o ‘Lucky Star’, que le ayudaron a convertirse en una de las artistas de pop de más éxito con 200 millones de discos vendidos en todo el mundo.
En sus declaraciones luego de ser apadrinada por el bailarín y cantante Justin Timberlake, quien produjo su más reciente material y dijo que ‘sólo existe una verdadera Madonna’, la cantante agradeció que mucha gente creyera en su talento y la impulsaran a seguir.
El compositor Mellencamp, quien lanzó su primer disco en 1976, en la ceremonia interpretó la versión de ‘Authority Song’ y dijo que todavía siente de la misma manera cuando escribió esta canción, hace 25 años. Mellencamp, quien fue apadrinado por Billy Joel, estuvo acompañado en la ceremonia por sus padres, quienes estaban en un balcón del salón del Hotel Waldorf Astoria y en el escenario por su hijo, quien tocó la guitarra.
El compositor ha cantado a menudo sobre el fracaso del sueño americano, lo que llevó a la Fundación a definirle como ‘un símbolo de las esperanzas, luchas y pasiones del corazón de América’.
Por su parte Gamble, acompañado de Huff invitó a la audiencia que respondiera a su deseo por la ‘paz’ y le agradeció por esta respuesta debido a que en su música es esto lo que representa ‘la paz’, dijo en la ceremonia televisada por VH1.
The Ventures, con éxitos que incluyen Walk donít Run y Hawaii Five-O, fue apadrinado en la ceremonia que tuvo lugar en Nueva York por John Fogerty.
El cantautor canadiense Cohen, de voz grave que canta al amor y el sexo, a la fe y a la traición, publicó cuatro libros de poesía y dos novelas antes de introducirse en la música.
Cohen fue apadrinado por Lou Reed y el cantante irlandés Damien Race actuó con él y recitó las letras de su canción ‘Tower of Song’ con un tono muy bajo.
‘Esta es una ocasión poco común para mí’, dijo el cantante de ‘Suzanne’, ‘es una distinción a la cuál nunca me atreví a soñar’.
The Dave Clarks Five se presentó aún con la ausencia de dos de sus integrantes. Denis Payton, quien falleció en 2006, y el vocalista Mike Smith, quien murió el mes pasado debido a una neumonía.
‘Hubiera sido encantador que los cinco estuviéramos aquí’, dijo Dave Clark a los periodistas. Al grupo, que alcanzó la cima de las listas en 1965 con ‘Glad all over’, le apadrinó el actor Tom Hanks.
El presidente de la fundación, Joel Peresman, dijo, en relación a la selección de los ingresos al Salón de la Fama, que ‘no es que hayan vendido 100 millones de discos, sino que han hecho una contribución importante al Rock’.
Su incursión levanta polémica
Si todo fuera tan sencillo como decir, cantar o escuchar “es solo rock and roll pero me gusta”... Desde que en diciembre se conocieron los nombres de Madonna y Leonard Cohen entre los cinco elegidos para entrar este año en el Hall of Fame del rock and roll en Cleveland, el debate sobre qué es el rock y que constituye un rockero no ha cejado.
Y aunque no estaban para discusiones sino para fiesta los invitados y premiados que el lunes asistieron a la gala en el neoyorquino hotel Waldorf Astoria (donde una mesa puede costar hasta 65.000 euros y un asiento individual no baja de los 1.600), la controversia está viva.
No es nueva, y basta con hacer memoria o repasar las hemerotecas para recordar la que se montó cuando se eligió como miembros del club creado por el fundador de la revista Rolling Stone a Michael Jackson (en el 2001) o al hiphopero Grandmaster Flash (el año pasado). Y ahora, cuando han entrado en el Hall John Mellencamp, The Ventures y Dave Clark Five, los dos artistas que más han alimentado la discusión son Madonna y Leonard Cohen.
En un gesto sin duda paradójico, fue el icónico rockero punk Iggy Pop (aún fuera del Hall) quien interpretó el Burnin Up y el Ray of light de Madonna (nacida como él en Michigan).
Pese al espíritu de fiesta que se respiraba en Nueva York, algunos que lloran que gente y grupos como Pop, Kiss, Deep Purple o Alice Cooper no hayan sido aún incluidos se han aprestado a rebautizar el Hall of Fame como Hall of shame o Hall of lame (cambiando la fama por la vergüenza o la flojera).
Su mayor temor es la muerte
La cantante estadounidense Madonna, que este año cumplirá los cincuenta años, reconoce que “hablando con sinceridad”, lo que más teme en el mundo es la muerte, pues todos los miedos conducen precisamente a ese temor.
“El final de cualquier cosa implica la muerte: el final de una relación, de una carrera, de la vida física tal como la conocemos”, reflexiona Madonna en una entrevista que publica la revista británica Dazed & Confused en un número dedicado a la cantante de Like a Prayer (1989).
Madonna explica, sin embargo, que no es que esté siempre pensando en ello, sino que se trata de algo inconsciente, pero si “uno tiene momentos de miedo, y bucea en ellos, encontrará que llevan sólo a eso”.
Preguntada si se siente “vulnerable o invencible” en el escenario, dice que “ambas cosas”.
“Hay momentos en que me siento increíblemente invencible y sé que tengo a la audiencia en la mano... Sé que todo es absolutamente perfecto... pero otras veces tengo ataques de pánico y siento que los demás me dejan sin aire, y es como si fuese a morirme allí mismo”, explica la cantante.
En esos casos, explica, “normalmente trato de volverle la espalda a la audiencia, respirar profundo y recordarme que es algo pasajero”.