A 730 días de la tragedia en la mina de carbón Pasta de Conchos en San Juan de Sabinas, Coahuila, en donde fallecieron 65 mineros, familiares de los trabajadores piden que los cuerpos de 63 personas sean recuperados.
En estos 24 meses autoridades federales, madres, esposas, hijos y empresarios se han enfrascado en acusaciones, pero a final de cuentas todo sigue igual y los cuerpos de 63 mineros permanecen bajo toneladas de escombros, tierra y piedras, sin saber cuándo serán entregados a sus deudos o si se quedarán ahí.
En contraparte Grupo México, propiedad de Germán Larrea, asegura que enfrentó esta tragedia invirtiendo más de 450 millones de pesos en la búsqueda de los cuerpos de 63 mineros por más de 15 meses, empleando a 300 rescatistas y más de un millón de horas hombre.
Trini Cantú de Villasana, una mujer que vio crecer a sus hijos entre las minas de Pasta de Conchos, no se resigna a la pérdida de su hijo Raúl Villasana Cantú, padre de Vanesa, de 16 años de edad; Coraíma, de 15 y Raúl, de siete.
"Desde un principio Grupo México siempre ha mostrado un desdén por la seguridad de sus trabajadores y se le olvida que gracias a ellos es que sus empresas ganan enormes cantidades de dinero", dijo.
Casada con un minero, quien ahora está jubilado, recorre con otras mujeres las calles de la ciudad de México y se atreve a subirse al Metro sin importar el miedo que le tiene.
Sentada en una de las sillas del campamento permanente que se encuentra instalado frente a las oficinas centrales del consorcio minero, ubicado en la colonia Polanco, exige: "Sé que es muy difícil el rescate, pero quiero que me entreguen lo que sea de mi hijo, para darle cristiana sepultura y descanse en el Campo Santo y no donde está ahí, pues ese era su trabajo", añade.
Incluso, refiere, hay un matrimonio, el de doña Juanita y don Beto, que vive en un cuarto de lámina que está fuera de las instalaciones de la mina y están esperando que les entreguen los restos de su muchacho.
Menciona que los trabajadores se sorprendieron al saber que se había suspendido el rescate. "A mí me cayó de sorpresa esta noticia, porque un día antes nos habían dicho que el gas estaba controlado y que las tareas de salvamento iban bien, pero de la noche a la mañana cambio todo. Hay algo ahí y no quieren que se conozca", subraya.
Sobre el tema, Grupo México indicó que expertos internacionales en minas de carbón concluyeron que sería irresponsable frente a los rescatistas continuar las tareas de salvamento.
Añade que el Foro Científico, convocado por la Secretaría del Trabajo, concluyó con el mismo diagnóstico. "No hay reparación alguna para crear condiciones de rescate que no arriesgue directamente a personas vivas para encontrar restos de quienes ya no lo están".
El consorcio asegura que respondió a las familias y a la comunidad como ninguno otro lo ha hecho. A cada familia le entregaron 750 mil pesos; se les ofreció ayuda tanatológica y psicológica, así como un apoyo en efectivo equivalente a tres salarios diarios por familia por 14 meses.
También se integró un Fideicomiso Educativo que otorga becas y tutoría de maestros a los hijos de los mineros fallecidos hasta los estudios profesionales; despensas y 25 mil pesos a los padres de mineros independientemente de su familia directa; ayuda de vivienda y se les ofrecieron 40 actividades de integración social.
A todo ello, subraya, se suman cuatro mil horas de atención médica a familiares, así como mil 591 consultas médicas, equipos y terapias para atender discapacidades.
Para apoyar a la comunidad se construyó en Nueva Rosita un Centro de Actividades Comunitarias que cuenta con aulas, alberca, patios y auditorio, cuyo costo fue superior a 15 millones de pesos. A los templos de esta comunidad y Palau se les donaron terrenos, en tanto que en Sabinas se hicieron obras sociales.
Tragedias como la ocurrida hace dos años, asevera, "atraen a oportunistas, a profesionales de la difamación e intereses bastardos de quienes quieren ocultar sus problemas de orden penal o económico".
Cristina Auerbach Benavides, integrante de Pastoral Laboral y representante de las familias de Pasta de Conchos, asegura que existen las condiciones técnicas para hacer el rescate.
Reconoce que el dictamen del Foro Consultivo establece que en las condiciones en las cuales está la mina no se puede llevar a cabo esta tarea; sin embargo, hay que ponerlas y para ello se requiere dinero que, dijo, debe poner Grupo México.
Las familias, continúa, tienen derecho a que se les haga justicia e incluso van a ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y a las Naciones Unidas, para que obliguen a la empresa a hacer las cosas tal como establece la ley.
En tanto, Carlos Pavón Campos, secretario de Acción Política del sindicato minero, opina que han sido dos años muy difíciles y aún no se ha concretado el rescate de 63 cuerpos.
"Todos sabemos que sí es viable el rescate y lo que no entendemos es por qué el gobierno quiere proteger a Grupo México en ese aspecto o por qué Grupo México tiene miedo de que se sepa lo que paso ahí y no quiere llegar a los cuerpos", cuestiona.
El dictamen que el Foro Consultivo entregó a la STPS en octubre de 2007 establece que las condiciones de seguridad e higiene en la mina son inestables e inseguras, debido a las características y condiciones de soporte del techo, la concentración de gases y la presencia de agua subterránea acumulada.
El documento indica que el ingreso de personal en las actuales circunstancias compromete significativamente su seguridad e higiene, así como su integridad física.
"El riesgo, en las condiciones prevalecientes, es al menos cinco veces mayor que en condiciones normales en la minería de carbón", alerta.
No obstante lo anterior, de revertirse sustancialmente las condiciones, mediante la realización de obras y trabajos pertinentes, sería preciso llevar a cabo una nueva evaluación de las condiciones de seguridad e higiene de la unidad y de esta manera determinar la viabilidad de un ingreso seguro a la misma.