Fotos. AP
Intensos enfrentamientos se realizaron por segunda madrugada consecutiva el sábado, en la región separatista de Osetia, de acuerdo con diversos reportes, y el ministerio del interior de Georgia reportó que Rusia atacó tres bases militares e instalaciones cruciales para el envío de petróleo a occidente.
El portavoz del ministerio, Shota Utiashvili, dijo que la base militar de Vaziani, a las afueras de la capital georgiana, fue bombardeada por cazas durante la noche. Añadió que varias bombas cayeron en la zona del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan.
Utiashvili informó que otras dos bases militares georgianas fueron atacadas, y que los aviones bombardearon el puerto de Poti, frente al Mar Negro. En esa ciudad portuaria hay una gran instalación de embarque de petróleo.
Utiashvili dijo que aparentemente hubo muchas víctimas y daños en los ataques, pero añadió que los detalles no se conocerían sino hasta la mañana.
Georgia lanzó el viernes una ofensiva militar para recuperar el control en la provincia separatista de Osetia del Sur, provocando una furiosa respuesta de Rusia, que envió tanques a la región y bombardeó las bases aéreas de Georgia, amenazando con sumir a la región en una guerra total.
El Consejo de Seguridad de las Naciones unidas convocó una reunión extraordinaria, la segunda desde el viernes pasado, en un intento por detener una posible guerra.
La secretaria de estado Condoleezza Rice instó a Russia a detener sus ataques aéreos y de misiles así como a retirar a las fuerzas militares del territorio de Georgia. Rice declaró en un comunicado que Estados Unidos espera que Rusia respete la soberanía de Georgia y acepte una mediación internacional.
En Moscú, funcionarios informaron que Rice se había reunido con el canciller Sergei Lavrov para discutir el asunto.
El Ministerio de Defensa ruso denunció el ataque de Georgia como "una aventura grotesca". "El derrame de sangre en Osetia del Sur pesará en su conciencia", afirmó el ministerio en una declaración.
Los combates estallaron cuando la atención del mundo estaba puesta en la apertura de los Juegos Olímpicos, y gobernantes de grandes potencias como el estadounidense George W. Bush y el ruso Vladimir Putin viajaban a Beijing.
El momento de la ofensiva indica que el presidente georgiano Mijail Saakashvili contaba con la sorpresa para cumplir su promesa de recuperar Osetia del Sur, algo crucial para mantenerse en el poder.
Saakashvili dijo que el momento no fue casual, pero acusó a Rusia de ser la agresora. "La mayoría de los que toman decisiones están de vacaciones", dijo en entrevista con la televisora CNN. "Es un momento excelente para atacar un país pequeño".
El líder separatista Eduard Kokoity dijo que cientos de civiles habían muerto.
Diez efectivos de las fuerzas de paz rusas murieron y 30 resultaron heridos cuando la artillería georgiana alcanzó su barraca, dijo el vocero ruso, coronel Igor Konashenkov.
Hablando por la televisión georgiana, Saakashvili acusó a Rusia de enviar aviones a bombardear su territorio.
Yuri Popov, uno de los más importantes diplomáticos rusos a cargo del conflicto en Osetia, negó las acusaciones sobre bombardeos rusos y los calificó como desinformación, según la agencia de noticias RIA-Novosti.
Una incursión rusa a la base aérea de Marneuli destruyó varios aviones militares georgianos y causó un número no revelado de bajas, dijo el ministerio. Añadió que la aviación rusa también bombardeó la base de Bolnisi.
"Enfrentamos la agresión rusa", dijo el jefe del Consejo de Seguridad georgiano Kaja Lomaya. Los rusos "han enviado sus tropas y armas y están bombardeando nuestras poblaciones".
Se reportaron cientos de muertos en el brote de violencia más grave desde que la provincia obtuvo una independencia de facto en su guerra contra Georgia en 1992. Testigos dijeron que la capital de Osetia del Sur, Tsjinval, estaba devastada.
"Vi cadáveres en las calles, alrededor de edificios destruidos, en autos", dijo Lyudmila Ostayeva, quien huyó con su familia a Dzhava, una población cerca de la frontera con Rusia. "Es imposible contarlos. Casi no queda un solo edificio intacto".
Putin ha advertido que el ataque Georgiano traerá represalias, y el ministerio de la Defensa prometió proteger a los habitantes de Osetia del Sur, muchos de los cuales tienen ciudadanía rusa.
El presidente ruso Dmitry Mevdeved también prometió proteger a los ciudadanos rusos.
Georgia, sobre el Mar Negro entre Turquía y Rusia, estuvo bajo la dominación de Moscú durante la mayor parte de los dos siglos que precedieron a la disolución de la Unión Soviética. El país causó la ira de Moscú al pedir el ingreso a la OTAN, hecho que el Kremlin considera un intento occidental de debilitar su influencia en la región.
Georgia declaró un cese de fuego de tres horas a partir de las 1100 GMT para dar tiempo a los civiles a abandonar Tsjinval. Las hostilidades se reanudaron luego.
Yakobashvili dijo que las fuerzas georgianas derribaron cuatro aviones de combate rusos sobre territorio de Georgia. No entró en detalles.