Las empresas afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) anunciaron inversiones por 19 mil millones de dólares en México como parte de su Plan de Acción Estratégico 2008-2020 para el Sector Siderúrgico (PAESS), pero condicionaron los recursos a una baja entre 10% y 20% en el precio de los hidrocarburos y la electricidad.
“Estudios comparativos de la industria siderúrgica indican que México ocupa el lugar 12 en el mundo y con las acciones del plan podemos ascender al séptimo sitio, pero lograrlo implica una baja de 10% en la estructura de costos, la cual será factible si los principales insumos, como es el mineral de hierro, la chatarra y la energía disminuyen entre diez por ciento y 20 por ciento”, dijo Régulo Salinas, al ser reelecto presidente del organismo para el periodo 2008-2009.
Destacó que es importante, para la consecución de los objetivos de su plan siderúrgico, la mejora de sistemas de transporte, particularmente el ferrocarril.
Por otra parte, el también vicepresidente de Negocios de Ternium México, declinó comentar sobre la también posible nacionalización de la industria acerera en Venezuela.
Salinas dijo que con el PAESS México, en 12 años, pasará de producir casi 18 millones de toneladas de acero cada año a 32 millones. Explicó que 8 millones, de los 14 que crecería la capacidad productiva en los dos sexenios siguientes, estarían vinculadas al crecimiento inercial de la economía mexicana, aunque aseguró que la cifra podría ser mayor si avanzan la reformas estructurales pendientes y destrabe el potencial de crecimiento.
Dijo que los otros 6 millones de toneladas que componen el potencial de 14 millones más en la producción de acero serían por las implicaciones directas del Programa Nacional de Infraestructura, así como por los planes de la industria automotriz.
Tanto la cartera de más de 300 obras contenidas en el PNI como por la posibilidad de que crezca la planta productiva de las armadoras de automotores en México, los empresarios acereros confían que la demanda futura será sostenida y creciente.
“La Construcción es una actividad de uso intensivo de acero y es una oportunidad que aprovecharemos. También la industria automotriz, que para el 2015 deberá producir cerca de 3 millones de unidades cada año, demandará cuando menos un millón de toneladas anuales”, precisó Salinas.
El presidente de Canacero anticipó que, además de la ampliación de las actuales plantas acereras en México, existe la posibilidad de ver la construcción de nuevas factorías en suelo mexicano. No ofreció detalle, pero reiteró que dependerá de las reformas y de la economía del país.
Aseguró, por otra parte, que este año el sector crecerá 3%, se rebasarán los 18 millones de toneladas de producción en el año, y que la crisis inmobiliaria en Estados Unidos no afectará la demanda de acero mexicano.
“El problema se reduce al sector residencial; el segmento comercial sigue bien y es el que nos mantiene con expectativas positivas”, concluyó.
