GÓMEZ PALACIO, DGO.- El Hospital General de Lerdo inició una investigación interna y coadyuva con el Ministerio Público para esclarecer los hechos donde resultó lesionada con quemaduras de primer grado una recién nacida, informó el subdirector médico de la institución, Salomón Olvera Leyva.
El médico indica que de cualquier forma el Hospital General asume toda la responsabilidad por el incidente, por lo que se brinda atención médica especializada a la pequeñita, cuyos padres Jesús Manuel Reyes Flores y Claudia Noriega Galván, presentaron denuncia penal por presunta negligencia médica.
Por lo pronto, dice, al percatarse del problema, el Hospital General ordenó que la niña fuera tratada por médicos pediatras y se iniciara la medicación correspondiente para sanar las heridas, que aseguró, no ponen en riesgo la vida ni tardan más de 15 días en sanar.
Adelanta que la recién nacida, Reyes Noriega, podría permanecer internada en el nosocomio hasta el próximo lunes, si en la valoración médica se establece que ya pueden llevarla a su casa sin riesgo alguno.
Todo hace indicar, explica Olvera Leyva, que las quemaduras de la menor se registraron la noche del 30 al 31 de diciembre pasado, cuando se encontraba en la cuna térmica y por un error humano no fue sacada a tiempo, percatándose la madre de las ampollitas que la bebé presentaba en la espalda.
Aclara que en todo momento se les atendió en forma gratuita –tanto a la madre por el parto por cesárea, como a la pequeña-, en lo que ellos estuvieron de acuerdo fue un error humano, sin embargo, al final decidieron presentar una denuncia penal que ahora el nosocomio debe enfrentar.
El subdirector médico admite que al trabajar con recurso humano, el nosocomio como cualquier otro, está expuesto a este tipo de situaciones, aunque explica que por año se atienden en promedio 3,500 partos en tanto que el porcentaje de problemas que se presentan ha sido casi nulo.
Considera también que aun cuando el error haya sido cometido por alguien, el Hospital General asume la responsabilidad como compartida, pues es evidente que el incidente no fue premeditado y tampoco se puede exponer al personal a que sea víctima de alguna represalia, “no es ético ni profesional”.
