Antonio Hernández inició hace año y medio ofreciendo el servicio de recarga de teléfonos celulares en plazas comerciales, pero a la vuelta de 18 meses la estrategia cambió para convertirse en un formato de promoción.
La ganancia está en los anuncios y no en la energía que se suministra a los dispositivos móviles a cambio de unas monedas.
MÉXICO, DF.- Lo que a simple vista parece un módulo para recargar la batería de un teléfono celular es en realidad un potencial medio de comunicación.
En específico para la transmisión de contenido publicitario, dice en entrevista Antonio Hernández, director general de CargaCel, empresa que tiene la concesión en exclusiva para operar estos módulos provenientes de China en el país.
Hace año y medio, esta compañía inició con el esquema de recarga de teléfonos celulares en plazas comerciales, pero a la vuelta de 18 meses la estrategia cambió para convertirse en un formato de promoción.
A diferencia de los mercados asiáticos, en México el negocio está en los anuncios y no en la energía que se suministra a los dispositivos móviles a cambio de unas monedas, explica Hernández.
De este modo, agrega, los cinco pesos que se depositan por cada 15 minutos de recarga se convierten en sólo 20 por ciento de la facturación que registra cada módulo. En promedio, un módulo registra entre 60 y 80 recargas al día.
El fuerte de las ventas se da a través del contenido que se proyecta en las pantallas, el cual puede sincronizarse en distintos puntos de la red.
Hernández apunta que gracias al servicio de banda ancha instalado en los aparadores es posible enviar en cuestión de segundos el material para su inmediata difusión.
Sin embargo, para llevar a cabo este proceso, CargaCel tuvo que reenfocar el sentido de la empresa. Definió como mercado objetivo la población joven del país, hecho que motivó el retiro de los módulos —en su mayoría— de las plazas comerciales para colocarlos dentro de las cafeterías de preparatorias y universidades.
“La comunicación está diseñada para la población joven del país, de 12 a 25 ó 30 años”, indica el directivo.
Para el próximo mes, la empresa habrá instalado 500 pantallas en todo el país —hoy tiene 180 en operación—, estrategia que logrará de la mano de colegios como Justo Sierra, la Universidad del Valle de México, la Universidad de las Américas, Unitec, entre otros, quienes participarán con 300 módulos en sus distintos campus.
Además, CargaCel buscará entrar a sitios con alta densidad de personas como aeropuertos y centrales de autobuses, e inclusive en parques de diversiones como ya lo hace en Six Flags de la Ciudad de México.
Inmersos en el mercado de la publicidad, Hernández asegura que hoy en día no existe un medio similar en la industria que además implique una baja inversión para los comercios de las ciudades medianas.
Por lo general, apunta el directivo, las pequeñas empresas no cuentan con un presupuesto importante para su promoción; sin embargo, a través de estas plataformas puede impactarse de una forma efectiva, asegura Hernández al señalar que el monto de inversión publicitaria asciende a 15 mil pesos mensuales por módulo.
Agrega que esta cantidad considera el vestido personalizado del aparato y la secuencia de spots.
Cada módulo cuenta con 24 conectores para teléfono celular, aunque pueden adaptarse entradas para reproductores de audio o computadoras portátiles.
En el mediano plazo, CargaCel considera exportar el concepto en Centroamérica y, eventualmente, en Brasil y Argentina, además de incorporar otras modalidades de publicidad como las descargas de información vía blue tooth o el uso de aromas. Incluso, ofrecer la recarga de tiempo aire a través de lectoras de billetes.
Piden registro de usuarios de celular
Es necesario obligar a los concesionarios de telefonía celular a que tengan una base de datos actualizada de los 64 millones de usuarios que hay en el país, para que las autoridades identifiquen los números a través de los cuales se hacen extorsiones telefónicas, aseguró la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
La dependencia dijo que promoverá la participación de los concesionarios de telefonía móvil para concretar un convenio de cooperación que permita la localización precisa de los aparatos telefónicos empleados para cometer delitos como la extorsión y el secuestro. El comisionado Gerardo González Abarca señaló que es necesario contar con un registro completo de usuarios, que incluya a aquéllos que están suscritos en la modalidad de prepago y que permita el acceso a la información de los titulares de las líneas telefónicas, en caso de que éstas sean utilizadas en la comisión de delitos.
“Actualmente la tecnología permite combatir el delito de diversas formas que va desde el registro de los usuarios, el control del comportamiento inadecuado en el uso de la tecnología y la localización de una llamada para cometer el delito de extorsión o secuestro. Lo importante es concertar con los concesionarios, de qué manera se puede tener acceso a esa información”, dijo el funcionario ante los procuradores de la región centro del país.
Explicó que dadas las características operativas de una red de telefonía móvil, es posible determinar la ubicación precisa de los aparatos telefónicos que se encuentren suscritos a dicha red, mediante la aplicación de métodos indirectos de estimación de distancias entre los teléfonos y las radiobases.
“La posibilidad de sorprender en flagrancia a quien se encuentre realizando una llamada de extorsión, dependerá, por un lado, de que se cuente con la identificación del número correspondiente y de la capacidad de los sistemas desarrollados por los operadores para determinar con precisión la ubicación del aparato”, comentó González Abarca.
El funcionario resaltó que para la implementación de este mecanismo se prevé la necesidad de concretar un convenio de colaboración entre los concesionarios de telefonía móvil y las autoridades en materia de seguridad pública, y expuso que la Cofetel puede fungir como facilitador para alcanzar dicho acuerdo.
Para estar comunicado
Por cinco pesos, en 15 minutos, se obtiene una recarga de al menos el 30 por ciento de la batería del teléfono celular.
-En el país caben al menos mil 500 módulos, 50 por ciento en la Ciudad de México.
-300 pesos es el consumo máximo mensual de energía eléctrica por módulo.