La capital de la entidad ayer se vio convulsionada por “levantones”, enfrentamientos y otras acciones protagonizados por presuntos integrantes del crimen organizado.
Muere una persona, hieren a cuatro agentes de la DEI y tres civiles.
Decenas de patrullas y por lo menos 200 agentes de todas las corporaciones y del Ejército Mexicano recorrían el bulevar Durango y vialidades aledañas a toda velocidad después de que se registraran varias balaceras con saldo de una persona muerta, cuatro agentes de la DEI heridos y por lo menos tres civiles lesionados también por armas de fuego, mientras tanto la ciudadanía sufría crisis nerviosas al ver toda la movilización policial que se suscitaba en el lugar.
Desde las 11:00 de la mañana y hasta casi las 14:00 horas el pánico fue generalizado entre la población, especialmente al Sur de la ciudad, pues las balaceras y operativos se presentaron en el fraccionamiento Real del Mezquital, en Loma Bonita, en las inmediaciones del CBTIS 130, en la colonia El Refugio, Tierra Blanca, en la Jalisco, en Jardines de Durango y finalmente en la Benigno Montoya, arrojando saldo de dos personas detenidas y el aseguramiento de diez vehículos, tres armas largas, chalecos antibalas y un par de granadas, entre otros aditamentos usados por la delincuencia especializada.
El reloj apenas había marcado las 11:00 de la mañana cuando algunos agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) se encontraban en el exterior de la casa marcada con el número 202 de la calle Paseo del Gavilán en el fraccionamiento Real del Mezquital, justo en la vivienda donde mataron al profesor Gerardo Santillán Guerrero el domingo pasado.
Sin importar que estuvieran los agentes llegó un comando armado formado por lo menos por ocho sicarios y empezaron a disparar mientras que se llevaban a una mujer y a un joven, al parecer herido de bala, de las inmediaciones del lugar; empezaron a disparar a diestra y siniestra provocando las lesiones de dos policías para posteriormente darse a la fuga por el bulevar Durango –antes llamado avenida Instituto Politécnico Nacional- con rumbo al Poniente.
En ese momento se activó el código rojo y las patrullas que estaban cerca del lugar salieron persiguiendo a los delincuentes por la mencionada vialidad hasta darles alcance en el crucero que forma con el bulevar Domingo Arrieta en una constante balacera durante el trayecto.
El tráfico vial registrado afuera de un centro comercial provocó que una camioneta Nitro de color plata en donde viajaban los presuntos delincuentes se quedara atorada y al parecer ahí liberaron a la mujer levantada y al otro sujeto que también habían privado de la libertad.
Para ese momento ya estaban cuatro camionetas de la DEI colocadas estratégicamente en el centro del bulevar, a la altura del Club Rotario y otras a los costados, abriendo fuego en contra de la camioneta hasta que lograron darle muerte al conductor.
Otros de los malandros al sentir los embates de la DEI se dieron a la fuga.
Mientras tanto los otros delincuentes a bordo de por lo menos tres camionetas más se dispersaron por otras zonas en donde volvieron a protagonizar más balaceras, incluso a un señor que iba bajando de un camión de ruta le tocó un balazo en el pie.
Mientras llegaba el apoyo de la Policía Municipal, de la Estatal Preventiva, de la Federal y del mismo Ejército, un grupo delictivo se regresó al fraccionamiento Real del Mezquital y a la altura del colegio Anglo Español se topó con una patrulla de la Policía Municipal y también abrió fuego en su contra, ahí quedó la patrulla inservible con un balazo en el neumático delantero izquierdo y otro en el radiador.
En ese mismo tiroteo, cerca de un local de mariscos, resultó lesionado un señor que iba manejando un vehículo particular y otro carro al parecer de un docente del citado colegio.
Este contratiempo a los delincuentes no les impidió seguir con su fuga y al pasar del Real del Mezquital al fraccionamiento Loma Bonita se “toparon” con dos agentes de la DEI que estaban investigando un robo en una casa-habitación y para evitar que fueran perseguidos los rafaguearon, dejando por lo menos 30 orificios en la patrulla y lesiones de consideración en los dos agentes investigadores.
Catean casas y establecimientos
Para ese entonces el personal del Ejército y de todas las corporaciones ya se había dado cita en el lugar para apoyar en la inspección de varios establecimientos y viviendas.
En el crucero del bulevar Durango y privada de Ocampo, donde se escuchó también una balacera mientras huían los delincuentes, se llevó a cabo un cateo de un establecimiento y una casa donde los policías se tuvieron que subir a las azoteas para detener a los agresores, sin embargo no lograron su objetivo.
En un centro comercial donde se dijo que estaban varios de los criminales, se suscitó otra inspección, tanto soldados como elementos de la DEI y Preventivos ingresaron hasta el área de cajas del establecimiento provocando crisis nerviosas entre los empleados y clientes del lugar.
Otro de los lugares que fue cateado fue el CBTIS 130, ahí se metieron los delincuentes después de haber sido contraatacados por la autoridad e inclusive amenazaron al vigilante y algunos alumnos de la institución.
Cuando todo parecía que ya había pasado, los alumnos del 130 se empezaban a retirar a sus casas y algunos establecimientos que habían cerrado volvían a la normalidad, se recibió el informe de que los delincuentes se habían escondido en un domicilio en el fraccionamiento Jardines de Durango, por lo que todas las corporaciones, a la par de los medios de comunicación, se dirigieron a esa zona donde también se vivieron episodios de pánico, pues ahí con lujo de violencia catearon una inmueble tipo bodega donde aseguraron ocho vehículos y varias armas.