Juan Carlos Hernández será quien personifique a Jesucristo en el tradicional Vía Crucis de Ciudad Lerdo, en su edición número 21.
Hoy, como desde hace ocho años, Juan Carlos Hernández Navarro, representará a Jesucristo en su pasión y muerte en la Cruz.
Para el joven de 29 años de edad, personificar este papel en el tradicional Vía Crucis representa una gran responsabilidad. “Más que nada porque soy bien canijo”, dice sonriente, “y es que, como cualquier otra persona, me gustan las fiestas, ‘cotorrear’ como cualquier chavo de mi edad”.
Debido a lo anterior, explica, la gente dice “tú que le haces de Jesús, mira cómo andas, mira cómo te portas”, cuenta Juan Carlos, razón por la que, asegura, “es un esfuerzo diario el estar cambiando, pues un verdadero cambio para bien, no se da de la noche a la mañana”. Nervioso y emocionado, con una visible herida en la ceja derecha provocada por una de las caídas de esta representación, Juan Carlos cuenta que, tal y como sucediera la primer vez que personificó a Jesucristo, ahora los nervios invaden todo su cuerpo, “porque no sabe uno ni cómo serán los soldados”.
Y es que menciona que cada golpe que recibe de los jóvenes que personifican a los soldados romanos son reales, tanto que su espalda, rostro, brazos y piernas terminan adoloridos hasta por un mes.
Tan reales que, en su último ensayo realizado el pasado domingo, uno de los soldados le dio un latigazo tan fuerte, que hizo que Juan Carlos golpeara su rostro contra la cruz, cuyo peso supera los 20 kilos, golpe que le ocasionó que perdiera el conocimiento hasta por cinco minutos. “Me golpeé y después no supe más de mí, cuando desperté estaba en el suelo”, comenta el joven que personificará a Jesús el día de hoy.
Casi tres kilómetros son los que recorrerá desde la Plaza Principal hasta llegar al cerrito en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe de la colonia San Isidro, lugar en donde miles de fieles lo esperarán para darle ánimos a este joven y sobre todo recordar la pasión que vivió Jesucristo.
Más que condición, dice, para resistir los golpes, el cansancio y la temperatura, “hay que tener valor para hacerlo, pues condición la puede tener cualquiera”, dice Hernández Navarro.
Y es que, comenta, son varios los jóvenes quienes han solicitado ser parte de los 70 personajes que en esta ocasión participan, “pero lo hacen un año y al siguiente no vuelven, no tienen el valor para hacerlo”, dice el joven. “Representar a Jesucristo es lo mejor que le puede pasar a uno”, expresa sonriente Juan Carlos, mientras supervisa el vestuario que utilizará este día.
Con oración, ensayos y sobre todo mucho amor y pasión, son los ingredientes necesarios para prepararse para este fecha especial. “Y cada que hay oportunidad de comulgar, lo hacemos, pues no hay nada mejor que hacerlo para fortalecer el alma y el cuerpo”.
Juan Carlos Hernández asegura que se concluirá su participación en el tradición Vía Crucis hasta que cumpla las diez representaciones, para después integrarse con otro personaje, quizás como un soldado.
“Que se alejen de las drogas y cualquier vicio y acercarse cada vez más a Dios, pues la vida es maravillosa con él, es difícil, pero los resultados son muy bellos”, aconseja Juan Carlos a todos los jóvenes en esta Semana Santa.