Mills, sonrió al salir del tribunal en Londres con su escolta. (AP)
Las audiencias de divorcio de Paul McCartney y Heather Mills terminaron sin acuerdo el lunes después de una semana y ahora ambos deberán acoger la decisión de un juez.
Mills y McCartney se separaron en el 2006 tras cuatro años de matrimonio y acudieron a la corte para decidir qué parte de la fortuna del ex Beatle, de 825 millones de libras (mil 600 millones de dólares), le corresponde a Mills.
Mills, de 40 años, sonrió al salir del tribunal en Londres con su escolta. McCartney, de 65 años, no compareció, aunque estuvo en la corte para enfrentar a su ex todos los días de la semana pasada.
Reportes de prensa indican que McCartney le ofreció a su esposa unas 25 millones de libras (50 millones de dólares) y que ella buscaba por lo menos el doble de ese monto.
Pocos detalles han emergido de la corte desde que las audiencias comenzaron el 11 de febrero. A diferencia de la mayoría de los casos en los tribunales británicos, los de divorcio se realizan en privado, sin la presencia de periodistas o de público.
Los términos de un acuerdo no se darán a conocer a menos que lleguen a un Tribunal de Apelaciones o que una de las partes decida revelarlos.
Mills es una ex modelo a quien le amputaron la pierna izquierda por debajo de la rodilla tras un accidente en motocicleta en 1993. Desde entonces ha sido una activista contra las minas antipersonales y a favor del bienestar de los animales.
La pareja se casó en junio del 2002, cuatro años después de la muerte de la primera esposa de McCartney, Linda, y su hija Beatrice nació en octubre del siguiente año. Anunció su separación en el 2006 y McCartney solicitó el divorcio argumentando un "comportamiento inaceptable" por parte de Mills.