Los operativos del Ejército han sido exitosos, pero al parecer la semana pasada se equivocó.
La Sedena informó que los soldados le dispararon al vecino del fraccionamiento Jardines de Durango por que éste les tiró primero y no hizo caso cuando lo invitaron a que bajara el arma.
El pasado jueves efectivos del Ejército Mexicano arribaron al domicilio marcado con el número 114 de la calle Lirio, en el fraccionamiento Jardines de Durango, y tras derribar las puertas e introducirse sin orden de cateo salió en defensa de su patrimonio y de su familia el joven Armando Adolfo Sifuentes Rodríguez, de 24 años, quien traía en sus manos una carabina 30-30 y sin que disparara los soldados abrieron fuego en su contra destrozándole el brazo derecho, mismo que le fue amputado posteriormente en el Hospital General; al respecto la Sedena informó que el personal castrense disparó porque el mencionado les había tirado primero.
Abuso. Se informó sobre estos acontecimientos en los que se presume que los soldados se equivocaron de casa y “reventaron” la del joven Armando Adolfo, vecino del municipio de Canatlán, y todavía le destrozaron el brazo a balazos y debido a que hubo malestar en las autoridades militares ya que esta información circuló también a nivel nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió un comunicado justificando la agresión.
Reportó que el hoy lesionado tenía en su vivienda dos carabinas y varios cartuchos y que cuando llegaron los soldados tomó una y les disparó, por lo que los militares lo invitaron a que bajara el arma pero como éste no hizo caso le tuvieron que tirar.
Más contradicciones
Con relación a la información proporcionada por algunos familiares del lesionado de Jardines de Durango, se dijo que los soldados ingresaron al domicilio y ahí le dispararon; sin embargo, en el comunicado señala que los militares iban a atender una denuncia ciudadana que señalaba que había personas armadas y que cuando llegaron fueron atacados omitiendo que ingresaron sin orden judicial.
Datos
Consignado. La Sedena informa que el lesionado fue consignado por posesión de dos armas de fuego.
Reclamo. Los familiares señalan que todavía que lo dejan sin brazo lo van a meter a la cárcel.
Astucia. Señalan que el Ejército pretende fincarle responsabilidad para justificar sus errores.
Ausencia. El General de la Décima Zona Militar no ha dado la cara para aclarar las acciones.
