Introductores de ganado aseguran que no hay estabilidad en el precio del producto.
Introductores de ganado señalan que al inicio de año se registró un incremento del 10% en el precio al consumidor
El Siglo de Durango
Comer carne es un lujo, pues la dieta de los durangueses se compone actualmente de sopa y frijoles, principalmente. Aun cuando los productos cárnicos aportan proteína al organismo, este tipo de alimentos sólo han quedado en el recuerdo de algunas familias a las que no les alcanza para comprarlo.
Los introductores de ganado de la ciudad de Durango afirman que a ellos no les ha impactado de manera positiva el alto costo del producto que llega a las carnicerías, el cual desde el inicio de año ha sido de un 5 a 10 por ciento en comparación con el año anterior.
ALTO COSTO
Por el contrario, mencionan que esto ha venido a representar una carga para el gasto familiar; lo más adecuado sería que hubiera estabilidad en el precio de la carne, el cual en la actualidad oscila entre los 60 y 70 pesos el kilo.
Manifestaron que sería bueno conformar un frente común para contrarrestar las bajas o nulas utilidades que tienen actualmente los introductores de ganado; al mismo tiempo, apoyar para que este producto llegue a más hogares duranguenses.
Aunque la carne es el principal aportador de proteína y de complejo B, las cuales no se encuentran en ningún alimento de origen vegetal, desafortunadamente no todas las personas consumen este producto.
COMPRA
Durante un sondeo que realizó El Siglo de Durango se pudo constatar que muchos ciudadanos no tienen la capacidad económica para comprar carne frecuentemente. Abundio Barraza, por ejemplo, una persona de la tercera edad, opinó que es muy difícil, casi imposible, consumir carne, pues el alto costo de este producto no le permite adquirirlo, y cuando lo hace señala que no es calidad.
Asimismo, Juana Alba mencionó que con los sueldos tan raquíticos que hay no les alcanza para comprar carne, por lo que únicamente consume los alimentos básicos como sopa y frijoles. Al igual que ella, María Eugenia Galván subrayó que no es cotidiano que consuma carne debido al alto costo que representa adquirir el producto.
Ellos son tan sólo un ejemplo, una muestra de que en ocasiones la mala dieta de los duranguenses no se debe a sólo a los malos hábitos, sino a que una dieta sana, rica en vitaminas y proteínas depende del boslillo del consumidor.