La ciudadanía debe pedir cuentas de sus acciones a las instancias policiales.
Estrategias
Para evitar que la delincuencia se convierta en una acción natural e incluso se vuelva invisible, la sociedad debe ser supervisora y partícipe de acciones preventivas.
Durango. La supervisión civil a las corporaciones policiales y la creación de redes ciudadanas pueden ayudar a reducir los niveles de violencia que cada vez se convierte en una conducta más natural e invisible en el entorno.
Para María Elena Martínez Jiménez, catedrática de la Facultad de Trabajo Social y de la Escuela de Psicología de la Universidad Juárez, la violencia es un compañero constante y permanente en el ser humano que se manifiesta de muchas maneras y está presente en todas las etapas de la vida.
Situaciones como las que se han vivido en los últimos días indican que la violencia se comienza a ver como algo natural y se ha convertido en invisible, es decir, se encubre y habitúa a ella, por lo tanto “nos volvemos insensibles a su presencia”.
Este mal está incorporado a la vida cotidiana y no se contrarresta de manera adecuada, por eso a la sociedad, le corresponde intentar incidir en la transformación de las instituciones policiales a través de la supervisión civil.
Pedir cuentas. Esto significa la rendición de cuentas de la policía y la instrumentación de reformas que faciliten el restablecimiento del vínculo de confianza entre ciudadanía y autoridades, para que se pueda proporcionar información y abundar sobre los programas que se implementan.
Éste sería un paso de democratización de los servicios policiales, de la legitimidad y respecto a las garantías fundamentales de los ciudadanos, por parte de las autoridades policiales.
Martínez Jiménez indico: “la sociedad tiene que revisar, supervisar y retroalimentar a las policías que tienen un mandato y márgenes de actuación sujetas a la ética y orientadas a la ciudadanía y en consistencia con el estado de Derecho”.
Abundó en que establecer redes de apoyo ciudadanas “para cuidarnos entre nosotros, entre vecinos, familiares, compañeros de trabajo, compañeros de grupos escolares y otros organismos, es otra alternativa que puede ser solvente en el afán y necesidad que hay por erradicar la violencia.
Daniel Estrada Ortiz
Datos
La violencia es un compañero constante y permanente en el ser humano que se manifiesta de muchas maneras y está presente en todas las etapas de la vida.
Este mal está incorporado a la vida cotidiana y no se contrarresta de manera adecuada, por eso a la sociedad le corresponde intentar incidir en su abatimiento.
La rendición de cuentas de la policía y la instrumentación de reformas que faciliten el restablecimiento del vínculo de confianza entre ciudadanía y autoridades.