Nuestras emociones son sin duda alimento de nuestros órganos, en la medida que las controlamos y nivelamos, éstos dejan de inflamarse y enfermarse, podemos alimentarnos de manera excelente e incluso ejercitarnos, pero si en nuestra mente existen recuerdos dolorosos no perdonados, o simplemente depresión, nuestra salud será frágil.
Es innegable que nuestro cerebro controla todo el cuerpo, y cuando nuestra mente reporta alegría y felicidad, entonces en los tubulos o canales cerebrales se generan impulsos eléctricos que viajan por toda la complejidad eléctrica de nuestro cuerpo, generándose armonía y salud en todo el sistema; básicamente la calidad de nuestros pensamientos proyecta la calidad de nuestra sangre y ésta de nuestras células y éstas de nuestros órganos. Es indudable que de este modo nos construimos o nos destruimos.
Viajar a un pasado que no podemos cambiar, de ninguna manera es ideal para no deprimirnos, se trata de la historia y nada más; ir al futuro sólo genera ansiedad y temor pues si bien es cierto es un misterio. Tendemos a especular fatalidades futuras y por tal nos inducimos a entrar en estados de ansiedad provocados por situaciones que nunca suceden en la mayoría de los casos. Vivir en el presente es la única oportunidad realista de ser felices y gozar de óptima salud, ya que es el único tiempo en el cual si actuamos conscientemente construiremos un excelente futuro.
El presente es bueno y siempre está en nuestras manos. Vivir en el presente significa vivir consciente; vivir en el pasado o en el futuro significa enfermedad. Le recomiendo de gran manera leer el libro “El poder del ahora”, de Beckett, si le interesa realmente vivir con salud.
No existe mayor pérdida de tiempo que tratar de vivir en un tiempo que ya no existe o que todavía no existe, si usted desea salud sólo viva intensamente su ahora, su presente. En su presente verdadero no existe la preocupación pues no existe un futuro, sólo el ahora.
En muchas ocasiones se nos suministran tales o cuales medicamentos para curar enfermedades, pero por qué mejor no prevenirlas antes de que éstas lleguen, lo ideal es vivir un presente de responsabilidad, espiritual, mental y física. La depresión está cercana a nosotros pero sólo puede entrar si nosotros le abrimos la puerta a través de actos inconscientes, como pudiera ser una mala alimentación, una mentalidad superficial tendiente a marcas, comodidades, lujos, etcétera, y, claro, una ausencia de espiritualidad que sin duda alguna conduce al caos mental y emocional.
Si tiene ansiedad o depresión por problemas en su vida, no le recomiendo tratar de solucionarlos con ansiolíticos o antidepresivos, esto únicamente lo conducirá a generar un problema mayor en un estado de innegable inconciencia que generan los fármacos controlados. La mejor opción es estudiar cómo tomar el toro por los cuernos y resolver sensatamente y con valentía nuestros problemas, esto definitivamente ahuyenta la depresión y atrae la felicidad.
Es mi mayor deseo, viva un feliz 14 de febrero sin pensar en lo que sucedió el día 13 de febrero, ni especular lo que pasará el 15 de febrero. Así vivirá intensamente feliz.
Hasta la próxima...