Candil de la casa, obscuridad de la calle
El pasado domingo el Inter de Milán perdió el invicto de 26 jornadas ante el más que modesto Nápoles que desde que Maradona los dejó paso a ser un equipo del montón. El marcador fue de uno a cero, con gol anotado por el uruguayo Marcelo Zalayeta al minuto tres, aprovechando un error del portero brasileño Julio César, aunada a esta inesperada derrota, la victoria del sábado pasado del Roma que goleó al Parma cuatro a cero y se acercó a seis puntos del Internazionale, cuando todo apuntaba a que la Serie “A” italiana estaba sentenciada.
Restan todavía doce jornadas y ya se vio que en el cierre de la temporada cualquiera le puede ganar a cualquiera, el ejemplo lo acaba de dar el equipo napolitano que antes de enfrentar a el Inter la diferencia entre ellos era de 31 puntos. Pero a pesar de este tropezón sorpresivo, es digno de mencionar lo hecho en las dos últimas temporadas por el equipo que dirige Roberto Mancini.
En la 2006-2007 impuso récord de puntos con 87, empató la marca del Roma con once victorias consecutivas, pero no se conformó y se siguió hasta dejar una marca prácticamente inalcanzable de 17 triunfos en forma consecutiva, no estamos hablando de no perder en 17 juegos seguidos, sino de ganarlos todos, un torneo completo de los nuestros, sencillamente increíble.
Además en la temporada pasada cuando faltaban quince puntos por disputarse ya obtenía el scudetto (el campeonato de Liga) con solo una derrota en 38 partidos, de hecho el Inter sumó de la jornada 22 de la 2006-2007 a la 25 de la actual campaña 41 partidos sin perder. ¿Quieren un dato mas? De los últimos 66 juegos de liga solo ha caído derrotado en dos ocasiones y eso que participa en la llamada liga más difícil del mundo.
A pesar de todo esto, los síntomas de debilidad empiezan a asomar en esta maquina que rivaliza con el Grupo Modelo en eso de fabricar victorias (perdonen la bromilla) era lógico y francamente mas allá de todo raciocino. El peor enemigo de todo técnico son las lesiones y estas se le han venido encima a Mancini , del cuadro titular han tenido que irse al hule (¿por que se dirá así?, siempre lo he ignorado) el colombiano Córdoba, los argentinos Samuel y Cruz, el sueco Ibrahimovic, el brasileño Maxwell y el serbio Stankovic, para colmo en la derrota de visitante en la casa del Nápoles causó baja también por lesión el central rumano Cristian Chivu.
Uno de los grandes traumas de este exitosísimo club en la Serie “A”, es que su rival con el que comparte la ciudad y el estadio: el Milán, gana torneos del nivel de La Liga de Campeones (es el actual monarca de esta competencia) mientras que el cuadro lombardo se ha convertido en un equipo netamente localista. Para colmo el Internacional se encuentra involucrado en una durísima llave de octavos de final contra el Liverpool que ya le ganó el de ida 2-0 y este martes 11 de marzo en el Giuseppe Meazza los milaneses intentaran revertirlo con lo que le queda de plantel, lo malo es que a diferencia del club italiano, el inglés es un experto en sortear fases en este tipo de competiciones.
Esperamos sinceramente que el Inter tenga éxito en la Champions, sería una lastima que se le siga catalogando en la actualidad como un equipo que solo en su liga manda y en el mejor torneo del mundo sólo sea una comparsa.