MATAR LA EMOCIÓN
La verdad no entiendo por qué se decidió acabar con la emoción de la jornada final programando los partidos que su resultado incida en una clasificación directa o a la repesca o en su caso a una mejoría en la tabla general.
Parece ser que nada más a cada plaza en particular le interesa sobremanera que su equipo obteniendo un buen resultado escale posiciones y tenga un mejor chance en la liguilla.
A poco no era interesante y emocionante seguir las transmisiones donde las televisoras conforme avanzaban los juegos y caían los goles nos iban dando la situación de la tabla general y los probables encuentros.
Normalmente en el mediodía del domingo iniciaba nuestra locura y para las dos de la tarde ya sabíamos cómo quedaba la reclasificación y algunos duelos de cuartos de final.
En cada plaza se hacen entrevistas a los técnicos y jugadores y ellos le dan la importancia debida a esta situación, pero al parecer para nuestra Federación, si no son juegos que definan el descenso, sólo son partidos de trámite. Buscar el mejor camino a un campeonato no es suficientemente importante para ellos, increíble.
Veamos la importancia, por ejemplo del Jaguares-Chivas y el Atlas-Cruz Azul que se juegan hoy sábado e influyen en cualquier cantidad de situaciones. Para empezar el partido entre Santos y San Luis de mañana domingo de ser un juego por el tercer lugar general podría convertirse en algo más atractivo en caso de ser derrotadas las Chivas y la Máquina. Los Gladiadores del San Luis ganando, calificarían directo y además aspirarían al liderato general, en caso contrario, de ganar Santos, San Luis iría al repechaje y los Guerreros alcanzarían el segundo general, lugar que ocupó en las liguillas del Invierno 96 y Verano de 2001 resultando campeón en ambas.
Incluso el Necaxa que pase lo que pase estará en la reclasificación, de ganarle al Tigres llegaría a 27 puntos, y con su diferencial de más siete, tiene una legítima oportunidad de ocupar el quinto general y en caso de superar el repechaje competir con mayores posibilidades en la liguilla.
Incluso Pumas, finalistas del torneo pasado, no están descartados, de vencer al Pachuca, llegarían a 22 puntos y si Atlas y Puebla no ganan calificarían al repechaje, aun con la sorpresa del técnico puma “Tuca” Ferreti, el mismo reconoce lo increíble de la oportunidad de ser campeón aun con siete derrotas y cuatro empates.
Santos, lo sabemos, está en ellos ser terceros con sólo el hecho de vencer el domingo en el Corona al San Luis, los Guerreros llegarían a 31 puntos e imagínense si el Cruz Azul pierde contra el Atlas y las Chivas al perder con Jaguares fueran a la reclasificación y resultaran eliminadas, entonces Santos sería el super líder en la liguilla.
En fin, en lugar de programar cierres emocionantes de torneo lo que provoca la Federación son finales “calculados” es decir varios (sobre todo los que juegan en domingo) ya saben a qué le tiran y hacen planes según el resultado de los rivales que les interesan. Cada quien y allá ellos.
