LA HISTORIA DE JOSH
El Derby de Jonrones del lunes pasado en el Estadio Yanqui tuvo como ganador al canadiense de los Mellizos de Minnesota, Justin Morneau, pero el héroe de todos fue Josh Hamilton.
La historia del jardinero de los Vigilantes de Texas es digna de llevarse a la pantalla. No sólo por ser el líder en carreras impulsadas de las mayores y encabezar en cuadrangulares la Liga Americana. No sólo por conectar 28 batazos de vuelta entera en el Derby (trece de ellos en forma consecutiva) e imponer nueva marca en este tipo de torneos para una primera ronda y terminar como las buenas películas, perdiendo la competencia final.
Conozcamos el camino que llevó a Josh a realizar el sueño que un día tuvo, ser el protagonista de una noche de emociones en el Yankee Stadium.
Hamilton fue seleccionado en el draft de 1999 por las Mantarrayas de Tampa Bay, dándole un bono de cuatro millones de dólares sólo por firmar; su entusiasmo y talento para jugar a la pelota le pronosticaban un futuro lleno de éxitos en el competitivo mundo de la gran carpa.
En el 2000 fue el jugador del año en las menores según el USA Today. Los padres de Hamilton renunciaron a sus respectivos empleos para acompañar a su hijo en sus viajes, en uno de ellos sufrieron un accidente automovilístico, Josh y su madre resultaron lesionados, pero la señora Hamilton de consideración.
Los padres de Hamilton volvieron a su hogar para vigilar la rehabilitación de la señora. Josh fue colocado en la lista de lesionados cayendo en una profunda depresión, terminó por sucumbir en el mundo de las drogas y el alcohol, llegando a tocar fondo experimentando con la heroína, crack y LSD. En pleno alucine Josh despilfarró el bono de cuatro millones de dólares, quedándole sólo 300 mil dólares, estuvo en rehabilitación y volviendo a caer hasta en ocho ocasiones, perdió tres temporadas y media debido a sus adicciones; en el 2006 Tampa Bay decidió no incluirlo en el roster de los 40, pero los Rojos de Cincinnati decidieron jugársela con Hamilton, quien no los defraudó, resultando segundo en la votación para novato del año al batear para .292 con 19 cuadrangulares y 47 producidas.
En esa época se casó, tuvo una hija e ingresó a una iglesia cristiana, factores que le ayudaron a recuperarse definitivamente, fue cambiado a los Rangers de Texas por el lanzador derecho dominicano Edinson Vólquez cambio que sin duda benefició a ambos clubes. Hamilton en la actualidad comparte sus experiencias en pláticas con grupos juveniles, medios y fanáticos al beisbol.
Josh ha podido borrar su tormentoso pasado, pero quedan como huellas de su estancia en el infierno los 26 tatuajes en sus brazos, pecho y espalda.