SERÁ HASTA EL PRÓXIMO SIGLO YANQUIS
En pleno último mes de temporada es prácticamente un hecho que los Yanquis de Nueva York se queden fuera de la postemporada. Tenían quince años seguidos jugando pelota en octubre.
La pregunta es para todos los que odiamos a esta franquicia, qué disfrutamos ver más, ¿a los Yanquis perder en la final de la Liga contra Medias Rojas o la Serie contra quien sea? En mi caso francamente mientras más hundido vea al equipo de la familia Steinbrenner mejor, es más, así como la década de los ochentas significó una época miserable para los neoyorquinos, ojalá el siglo 21 les sea similar.
En la actualidad el equipo que dirige Joe Girardi marcha con una marca de 73-64 para .533 de porcentaje a doce juegos de Mantarrayas, líderes divisionales, en cuanto al comodín, que sería su única esperanza, se encuentra a siete juegos de su ahora poderoso y temible rival, los campeones Medias Rojas de Boston.
El que se tiene que encontrar muerto de la risa es Joe Torre, ex manejador de los bombarderos del Bronx. Los Dodgers de Los Ángeles, equipo que dirige actualmente Torre, han ganado cinco menos y perdido seis más que los Yanquis, pero se encuentran a sólo dos y medio de los Diamantes de Arizona en la disputa de la Oeste de la Nacional.
Joe disfruta del sol californiano sin la presión de la fiera prensa neoyorquina y el gorro constante del clan Steinbrenner. Recuerden, Torre quería continuar, pero el junior del “Boss”, Hank, pensó que con el despido de Torre podría hacer reaccionar a la novena de la Gran Manzana para ganar una serie mundial, título que no gana desde el 2000 cuando derrotaron a los Mets en cinco juegos.
Uno de los peloteros más criticados de los Yanquis es Alex Rodríguez, la crítica se empeña en que debe de rendir conforme a lo que gana y esto simplemente no se puede garantizar. Alex cumple con los Yanquis como ha cumplido con sus demás equipos, hay que recordar que el nacido precisamente en Nueva York ha sido jugador más valioso con un equipo que terminó en el sótano de su división, esto sucedió en el 2003, los Rancheros de Texas terminaron con un horrible récord de 71-91 en el fondo de la Oeste de la Americana, mientras que su parador en corto Alex Rodríguez acumulaba números como: 118 impulsadas, 47 cuadrangulares y .298 de porcentaje de bateo.
Alex tiene todo el derecho de reclamar a la prensa por qué no se meten con otros peloteros de los Yanquis como Bobby Abreu, con sólo 15 jonrones, o Johnny Damon, con 58 remolcadas y una docena de vuelacercas. O la forma en que su equipo apostó después de la lesión de Posada al contratar a Iván Rodríguez, un pelotero amuleto en cualquier novena menos en la de la Gran Manzana, el llamado “pudge” batea para un ridículo .281 con siete cuadrangulares y 34 producidas en 366 apariciones en el plato. Señores, Alex Rodríguez es simplemente el mejor pelotero vivo en el mundo de las grandes ligas y sus números históricos no admiten discusión: 547 jonrones, 1,588 impulsadas, 306 de promedio de bateo y 2,385 imparables, por mencionar las principales estadísticas, que sus compañeros se achiquen y no secunden a A-Rod es otra cosa.
A mí en lo particular no me queda mucho criticar a un equipo (aunque sean los Yanquis), soy ferviente seguidor de los Bravos de Atlanta, que cuentan con los lanzadores mexicanos Jorge Campillo y Elmer Dessens, los dirigidos por Bobby Cox dan absoluta lástima, nos urge jubilar al viejito y empezar a reconstruir desde los escombros, creo que tenemos mejores posibilidades de regresar al protagonismo primero que los Yanquis.
