VERDE Y BLANCO
El tiempo pasa y nuestra Selección de futbol lejos de progresar sufrió un estancamiento y ahora de plano un retroceso. Antes, en estas fases previas a los hexagonales finales, México llegaba al último partido ya calificado, y en una ocasión así como lo prometió, que calificaría caminando, así lo cumplió Ricardo La Volpe.
En el pasado el principal problema era la falta de contundencia, se hacía burla de las múltiples fallas de nuestros delanteros ante la puerta enemiga, ahora ni eso, en la actualidad el equipo que dirige el sueco Eriksson ni siquiera produce jugadas de gol y esto lo manifiestan juego a juego y, como los carteros, lloviendo, tronando o relampagueando, en seco, en terreno artificial o natural, contra el segundo equipo de Canadá o frente a una escuadra plagada de semiprofesionales como la de Jamaica.
Se va a calificar al Mundial, claro que sí; mientras se siga jugando a visita recíproca México tiene asegurado un boleto a las Copas Mundiales, no importa que todavía, para mayor vergüenza, el tricolor sea el peor de los seis calificados. Ganando en casa sus cinco partidos está del otro lado y si a esto le agregamos una muy probable inconsistencia de otros equipos, con excepción de los gringos, que éstos sí son los mandones del área, el equipo nacional de México podrá aspirar con seguridad a los dos boletos restantes directos e incluso ya poniéndonos dramáticos puede aspirar a derrotar en el repechaje al quinto de Sudamérica, ya que quitando a Paraguay, Brasil y Argentina, México puede derrotar en ida y vuelta a cualquiera, así somos, cuando nos sentimos superiores a cualquiera sucumbimos lastimosamente, pero cuando nos ven como víctimas, nos engallamos y le pintamos la cara al que sea.
Este equipo mexicano va a calificar, no importa quién lo dirija, puede ser don Sven o puede ser el “Gallo” Jáuregui, Diego Malta o el “Ruso” Estrada, en esta área se califica por inercia.
Cómo no agradecer a Santos Laguna todo lo que de un tiempo a esta fecha nos ha entregado a los aficionados al futbol en la Comarca Lagunera, el drama del descenso con salvación y lágrima de por medio, encabezar la tabla general, alcanzar la tercera estrella, tener en nuestra tierra un complejo deportivo, educativo y comercial digno de cualquier capital del mundo y ahora vestirá la playera verdiblanca el único ídolo que queda en el futbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco.
¿Quién demonios iba a creer que el Temo defendería los colores del actual campeón? Uno de los jugadores más odiados en esta región cuando jugaba para el América y uno de los más queridos cuando portaba el escudo nacional en su pecho. No había de otra, era Blanco o nadie, así lo planteó Daniel, y cuál fue su sorpresa cuando los dirigentes le preguntaron ¿de verdad lo quieres? Y Daniel contestó: “por supuesto, pero sería un sueño”. Lo quieres, aquí lo tienes.
Será por dos juegos mínimo y seis máximo; lo importante de un jugador de sus características, que es de impacto inmediato, por su forma de concebir el juego, no necesita seguir complicados planteamientos tácticos, el asunto es que esté frente al arco rival lo más libre posible, no importa que esté a 50 metros de la portería del enemigo, Blanco con el tiempo suficiente que le den para pensar es letal. ¿Que si pueden jugar Ludueña y Cuau juntos? Por qué no, en la actualidad los técnicos juegan con dos y hasta tres contenciones, ahí no hay problema verdad, puedes amontonar picapiedras en el medio campo y nadie te dice nada, ah, pero que intentes juntar artistas todo mundo te critica, ¿quién va a recuperar el balón?, ¿quién va a correr?, ¿quién va a marcar? Que se preocupe el de enfrente, que tendrá que ocupar a medio equipo para intentar detener a los que desde ahora son los mejores mediocampistas de nuestro futbol, Ludueña y Blanco, y los dos jugarán, por lo pronto, el domingo con el mismo equipo, Santos Laguna.
