LLEGÓ LA ALEGRÍA A LA FIESTA
Malas, muy malas noticias para el resto de los participantes de la liguilla de este Apertura 2008 significa el encuentro con el buen futbol que tuvo el domingo pasado el campeón Santos Laguna.
Fue una tarde de regresos importantes: no se anotaban más de dos goles desde la jornada cinco, es decir, tuvieron que pasar doce partidos para que los Guerreros marcaran tres goles en un juego, en aquella ocasión se goleó en el Jalisco tres a cinco a las Chivas.
Matías Vuoso no anotaba desde la jornada nueve, cuando lo hizo en el Estadio Azul, ¿se acuerdan de aquel gol en el minuto 89 tras una buena jugada de Benítez?, después vendría el empate por Torrado al 93.
La defensa a pesar de que se dobló nunca se rompió y sostuvo la diferencia ideal de dos goles, Ortiz y Figueroa otra vez llegaron a tiempo en el momento clave, Iván volvió a ser el pequeño guerrero pero ahora aportando sensatez a lo hecho, “Homie” aparentemente ya quiere jugar a lo que los demás juegan y no su onda particular que sólo él comprende. Juan Pablo y “Lorito”, ubicados en un papel si se quiere un poco ingrato, que se luzcan los artistas que nosotros aportamos el andamiaje que los sostienen.
Todo mundo hablamos del debut de Blanco con Santos y está bien, se lo merece el único al cual se le puede llamar con fundamentos ídolo del futbol mexicano, pero, atención, que dentro de toda esta magnífica tarde de domingo, el regreso más celebrado debe ser el de Daniel Emanuel, ¡cómo jugó “Hachita”!, desplegó arte por todo el terreno e hizo de inmediato “click” con el “Cuau”, incluso para redondear la fiesta el detalle simpático, Blanco, acostumbrado a portar el diez durante años, ve la pizarra que indica que sale precisamente el diez y se encamina aplaudiendo a la gente rumbo a la banca, Arce se da cuenta y le dice al diez lagunero algo así como “no le digas, a ver hasta dónde llega”, pero Ludueña muriéndose de la risa le advierte a “Temo” que él trae la nueve. Un ingrediente sano siempre debe ser el humor, ayuda un poco a distenderse a los que hacen de la amargura una profesión, ni hablar, siempre existirán. Bienvenida la risa y el humor en la cancha del Corona.
Nadie duda que los Gladiadores son capaces de marcar dos goles en su casa el próximo sábado, en cinco de sus nueve juegos en el Alfonso Lastras anotaron dos veces, pero sólo dos, San Luis metió tres goles en dos ocasiones y ambas de visitante, al Pachuca y a Ciudad Juárez.
El asunto es ver cómo van a evitar que los Guerreros les anoten tarde o temprano. El camino rumbo a una cuarta estrella sigue siendo sumamente complicado, se ha dado un primer paso en firme, pero acuérdense que Santos pase lo que pase siempre cerrará en casa ajena, es decir si los laguneros logran la hazaña de ser campeones viniendo desde la posición diez de la general y ocho en la liguilla, tendrían que hacer algo insólito, coronarse por vez primera en calidad de visitante.
De una fiesta medio “agüitadona”, la directiva santista se mueve y en un movimiento maestro trae al “Cuau” para animar a La Laguna futbolera y de paso dotar de vitalidad y espectáculo la liguilla completa, felicidades por lo hecho y ahora los que juegan tratarán de responder avanzando lo más posible en busca de lo que solamente los Pumas de Hugo han sido capaces, dos títulos cortos ganados en forma consecutiva.
