DUELOS IMPERDIBLES
Vaya par de partidos que nos traerá la actividad dominical dentro de la semana quince de la NFL. En punto de las tres con quince de la tarde, en Baltimore chocarán (nunca tan bien empleada la palabra) los Acereros de Pittsburgh y los Cuervos de Baltimore. La NFL tiene añejas rivalidades como las de los Empacadores y Osos o la de Vaqueros y Pieles Rojas, pero sin duda que ha nacido un nuevo clásico entre Steelers y Ravens.
Se odian y al mismo tiempo se respetan. En este deporte y a este nivel no existe eso de “echarle ganas”, va implícito, simplemente los entrenadores no tolerarían a ningún jugador con falta de “actitud”, tan llevada y traída esta palabra en el soccer. Todos los equipos de esta liga, buenos y malos, juegan a tope, pero en el caso de este ahora clásico de la Norte de la Americana, los jugadores ponen un extra, si van a golpear lo hacen con mayor fuerza, si van a festejar una anotación o alguna buena jugada, lo hacen con mayor regocijo.
Bajo cualquier circunstancia, y sin importar el récord de estos dos oponentes, la derrota es intolerable, y si a esto le agregamos que el domingo en el M&T Bank Stadium se juegan el título divisional, pues simplemente si te precias de ser aficionado, y no se diga fanático, de este deporte redentor del espíritu competitivo en el ser humano, entonces por nada te puedes perder esta confrontación. Sólo la NFL te puede garantizar el espectáculo, sin dudas de ninguna especie te vas a divertir. Ahora, si eres seguidor de Pittsburgh, primero felicidades por tu exquisito gusto, segundo, olvídate de cualquier película o novela de suspenso, estos juegos son un auténtico thriller, todos los ingredientes de una muy buena película de acción, suspenso, intriga y drama estarán presentes, no lo dudes.
Baltimore apareció en la Liga en 1996 tomando el lugar de los Cafés de Cleveland (como se sabe, la franquicia de los Cafés fue reactivada en 1999), hasta el momento los Cuervos han tenido 25 conflagraciones con los Steelers, la balanza se inclina a favor de los de Pennsylvania 15-10.
Esta temporada, en la semana cuatro en lunes por la noche, en el Heinz Field tuvieron que decidirlo en tiempo extra, y Jeff Reed con gol de campo de 46 yardas decretó la victoria de los del Acero, que para no variar gran cosa batallaron tres cuartos, llegaron a estar abajo por diez puntos. En ese partido perdieron por toda la temporada a dos jugadores, su primera selección colegial, el corredor Rashard Mendenhall, con el hombro izquierdo fracturado, y a su guardia derecho, Kendell Simmons, lesionado del talón de Aquiles. Los Cuervos perdieron por séptima ocasión en sus últimas ocho visitas a Pittsburgh.
Pero en Baltimore la historia es diferente, los dirigidos por John Harbaugh han ganado cinco seguidos, el último triunfo acerero en territorio Cuervo data del 2002. Haber cómo le hacen amigos, pero hay que buscar la manera de no perderse esta maravilla.
Por la noche del domingo, a las siete con quince minutos, para ser exactos, en Dallas los Vaqueros tienen que derrotar a los campeones actuales para evitar quedar fuera de la pelea por un lugar en los playoffs. En su anterior partido los Vaqueros perdieron en Nueva York 35-14 y perdieron siete veces el balón, el mariscal de campo vaquero era Brad Johnson. Es muy improbable que Marion Barber (870 yardas con siete touchdowns), principal corredor de Dallas, juegue, ya que sigue recuperándose de la fractura de un dedo del pie. Por su parte, la principal arma terrestre de los Gigantes, Brandon Jacobs (1,002 yardas con 12 touchdowns), está definitivamente fuera.
Terrell Owens es un extraordinario receptor, de lo mejor de la Liga, pero es una auténtica espina, ahora resulta que acusa a su mariscal de campo, Tony Romo, de favorecer con sus pases a su ala cerrada Jason Witten porque es su amigo y no fumar a Owens; Terrell ya se consiguió aliados, Roy Williams y Patrick Crayton, ambos también receptores, para echarle montón a Romo y pedirle mayor participación en los partidos, si no es una cosa es otra, el asunto es jorobar y para eso Owens se pinta solo. ¡Vamos Gigantes! Acaben con ese grupo de vedettes que visten de azul y blanco.