Somos “Pelusa y Jueves”, buscamos un hogar donde nos quieran y protejan. ¡La neta, somos bien buena onda...!
No muy frecuentemente he sido mordido por perros con los que trabajo, esto ocurre muy esporádicamente, y casi siempre se debe a accidentes, es decir exceso de confianza de mi parte, ya que el mayor porcentaje de los perros que muerden lo hacen por autodefensa, y un porcentaje menor, lo hace sin motivo alguno.
Aunque el porcentaje de perros que muerden sin causa aparente, es muy bajo, debemos todos de extremar precauciones cuando pasemos por algún lugar o casa donde tengan su perro afuera en la calle suelto (lo cual no es aconsejable, y está prohibido por ley), sobre todo si el perro es grande, o si llevamos niños con nosotros, ya que en caso de agresión esto aumentaría la probabilidad de sufrir algún daño, ya sea por el mismo perro, o al intentar huir entre el pesado tráfico de la ciudad.
Los propietarios que saquen a pasear a su perro, deben tener precaución de no acercarlo a las personas que transiten por la misma vía en que van ellos, así mismo deben tener precaución de no acercarlos a perros que también traigan paseando o que estén sueltos por ahí de manera deliberada.
Si preguntamos al azar; a los propietarios de perros, si su perro muerde, ocho de cada diez nos contestarán que no, nos dirán mi perro nada más ladra, o así juega y es un poco brusco pero no muerde, o nada más ladra o gruñe pero no hace nada. En estos casos la respuesta debería ser, en el sentido de recomendarnos precaución, hasta comprobar que a su perro “le caemos bien”, esto después de que nos vio y nos olfateó aceptándonos como amigos.
Respecto a la manera de ver y de dispensar la conducta de su perro, un colega me platicaba una vivencia que él tuvo en una consulta a la que acudió a domicilio. Esta vivencia se convirtió a la postre en anécdota que seguido sacamos a colación, y la cual nos causa mucha risa.
Resulta que mi colega acudió a consultar un ejemplar cruza de Bull Terrier y al entrar a la casa, el perro lo “sintió” y empezó a ladrar de una forma muy sonora, constante y por demás amenazadora, por detrás de la puerta del patio donde éste se encontraba, mi colega le pregunta a la señora, como lo hacemos en estos casos de rutina ¿señora su perro muerde?, a lo que la señora le respondió, no se preocupe doctor mi perro está castrado, a lo cual mi colega le revira con una respuesta contundente, si no tengo miedo a que me embarace a lo que tengo miedo es que me muerda.
Y ahora para terminar una gota de filosofía.
De que la perra es brava, hasta los dueños muerde.
ADÓPTANOS
Somos “Pelusa y Jueves”, buscamos un hogar donde nos quieran y protejan. ¡La neta, somos bien buena onda...!
Pelusa: (izquierda), hembra, maltés, diez meses aproximadamente, vacunada y esterilizada, muy dócil, cariñosa, leal, simpática, y obediente. Ideal para toda la familia.
Jueves: (derecha), macho, cocker, cuatro años, vacunado y esterilizado. La vida ha sido dura con el muñeco de perrito. Dado en adopción anteriormente, y abandonado en la calle a su suerte una vez más, obviamente por sus despreciables amos, seres inhumanos inconscientes. Golpeado, mordido, flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones, pero intentando de nuevo lograr la felicidad al encontrar un nuevo hogar y una familia que lo quiera y lo cuide. A cambio ofrece compañía, ternura, obediencia, fidelidad y lealtad... ¡Anímate a adoptarlo... No te arrepentirás...!
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: miguel_daviladavila@hotmail.com, o comunícate al 871-1201787. El correo y teléfono anterior es para personas interesadas en adoptar una mascota, no contamos con instalaciones físicas para dar albergue a animalitos (no hay refugio). Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del calor, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.
