A principios de 2006, por el rumbo del oriente de la ciudad se extravió “Cuco” un ejemplar de la raza Pastor Alemán de mediana edad. Resulta que Cuco se bajó de la camioneta propiedad de su amo en la cual lo estaba esperando mientras éste arreglaba unos asuntos no lejos de ahí.
Para desgracia del amo, pero para suerte de Cuco, pasó por ahí una hembra en celo, que se acercó hacia la camioneta donde se encontraba Cuco, para “socializar” con él. Un perro podrá ser todo lo entendido y obediente que ustedes se puedan imaginar, pero ante el instinto, es decir entre escoger, obedecer y/o seguir a una hembra en celo, no hay macho que se resista y Cuco por primera ves se bajó de la camioneta, sin la orden de su amo y siguió a su posible novia, por cuadras enteras, hasta desaparecer y perderse en la oscuridad de la noche.
La sorpresa para el amo de Cuco, fue mayúscula al regresar, y no encontrar a su perro en la camioneta donde lo dejó media hora antes, por supuesto que lo buscó por ahí, le gritó, chifló y Cuco, no regresó, acto seguido subió en la camioneta lo buscó y buscó hasta bien entrada la noche sin poder encontrarlo.
Al día siguiente, puso un anuncio en el periódico, y volvió al rumbo donde se extravió Cuco, pegó anuncios por todos lados, con la descripción general y señas particulares de su perro.
Pasaron los días, que se volvieron semanas y después meses y su dueño seguía buscando a Cuco. Al completar el año de haberlo perdido, me comentó veo muy difícil que vuelva a encontrar a mi perro, si es que aun sigue con vida, ya no tengo ninguna esperanza de encontrarlo, doy por suspendida la búsqueda, además le quiero comentar que ya no vuelvo a tener otro perro, pues ha sido muy difícil para mí esta pérdida, a lo cual le comenté, que no estaba de acuerdo, pues de una experiencia mala, siempre resulta algo bueno.
Aproximadamente dos meses después recibí una llamada de este mismo señor, quien me decía de una forma atropellada, y llena de alegría que Cuco había regresado, que él creía que era él, aunque lo veía un poco cambiado más delgado y cojeando de una pata trasera y que además traía un collar con placa de identificación. Pero por favor venga me dijo, y no se tarde ya que usted que también lo conocía me ayude a identificarlo.
Al llegar yo a su casa, junto con el dueño revisamos al perro, y sí efectivamente también para mí era Cuco, mucho más delgado y con su pata trasera rígida y un poco más corta. En su placa de identificación traía dos teléfonos uno de saltillo y otro de Parras, Coah. El dueño de Cuco habló y le contestaron en Saltillo, despejándose con ello, la incógnita, de qué había pasado con Cuco durante poco más de un año.
A la salida de Matamoros, atropellaron a un perro que resultó, ser Cuco, al ver este accidente un buen samaritano que iba de salida rumbo a Saltillo, se paró y recogió al perro, atropellado y fracturado, se lo llevó y en Saltillo donde él vive lo llevó al veterinario, quien lo curó, tiempo después, lo llevó a Parras donde tiene una propiedad, y de ahí se escapó tiempo después el perro, para volver a Torreón.
Ambos dueños querían a Cuco, o káiser como era su nuevo nombre, pero después de platicar ambos coincidieron que el dueño era aquél con quien Cuco quisiera estar, es decir su dueño original, y éste en agradecimiento les prometió un cachorrito hijo de Cuco en la próxima cruza de éste.
Ahora para terminar una gota de filosofía.
No te des por vencido, ni aun vencido.
ADÓPTANOS
Vekita y Lore, somos labradoras muy simpáticas, amigables, juguetonas, tiernas, y cariñosas, buscamos un hogar donde nos quieran y nos cuiden. Tenemos 1.5 años aproximadamente las dos, esterilizadas, grandes y fuertes, anímate a adoptarnos, no te arrepentirás.
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a:
miguel_daviladavila@hotmail.com
Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del calor, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.