“Chendo y Lupillo”, buscamos un hogar donde nos quieran y protejan. Somos cariñosos y hogareños. Chendo: (izquierda), macho, snauzer, tamaño chico. Lupillo: (derecha), macho, cruza de snauzer y maltés, tamaño mediano.
Cuando un amigo se va
cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Estas letras sacadas de una conocida y certera canción, nos describe el dolor de la separación por distancia geográfica, malentendidos, o por la muerte de un ser querido.
La parte muy humana que tenemos todas las personas, nos hace querer o suponer que todo debe cambiar, excepto nuestro círculo íntimo de familiares, amigos, mascotas y cosas que le dan, fuerza, motivación y rumbo a nuestras vidas.
Todo esto viene a mi memoria, cada vez que tengo que dar eutanasia a algún animalito, con más razón aún, si se trata de algún perrito o gatito que acompañó por muchos años a su dueño, lo cual hace más dolorosa y difícil la separación.
Yo siempre les explico a los propietarios de las mascotas, que al dormirlos, cuando ya están muy enfermos o que tienen mucha edad y empiezan a sufrir, que la eutanasia es un regalo que se les da a éstos, ya que si siempre fueron tratados muy bien, alimentados y cuidados con mucho cariño, por tanto es justo que también se vayan de la mejor manera posible sin sufrir.
En la semana que pasó, me tocó dormir a la Reynita propiedad de Lucy Alvarado y su mamá, o tal vez esté mal empleado el término propiedad de Lucy y su mamá, pues viendo el vínculo por espacio de 13 años que hubo entre ellas, es más correcto decir que ellas Lucy y su mamá fueron propiedad de la Reynita, una perrita de la raza poodle, color blanco, de pelo rizado, siempre limpia y muy bien cuidada, que dormía y comía siempre con ellas, amén de estar siempre atenta a todos sus movimientos, ademanes y horarios, los cuales conocía a la perfección.
Cuando la Reynita no estaba con Lucy y su mamá, se subía a las piernas de doña María de Jesús abuelita de Lucy, una señora hermosa, de semblante apacible y cobijador que se da querer por quien la conoce; con quien la perrita pasó buenos ratos, acariciada y querida, por este pilar de la familia, haciéndose las dos compañía mutua.
Les explico también, que por más que queramos, ya sea para bien o para mal, tendremos durante nuestra vida cuatro o cinco generaciones de perros muy queridos, ya que la vida promedio de un perro es de diez a 15 años, mientras la vida promedio de un mexicano es de 70 a 80 años.
Yo sé que todos los argumentos anteriores son válidos, pero también sé, que ante un momento de dolor, éstos suenan huecos, fríos, y monótonos por quien los recibe, al igual que cuando uno da el pésame y dice lo siento, o no dudes en llamarme para lo que se te ofrezca, sabedores de que decimos esto, con la mejor de las intenciones, ya que en igualdad de circunstancias, es lo que necesitamos oír.
Ahora para terminar una gota de filosofía.
Un amigo es un hermano escogido.
ADÓPTANOS
“Chendo y Lupillo”, buscamos un hogar donde nos quieran y protejan. Somos cariñosos y hogareños.
Chendo: (izquierda), macho, snauzer, tamaño chico. Lupillo: (derecha), macho, cruza de snauzer y maltés, tamaño mediano. Ambos un año, vacunados y esterilizados, muy dóciles, cariñosos, tranquilos y obedientes. Acompañantes ideales para toda la familia... ¡Llévanos a tu casa!
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: miguel_daviladavila@hotmail.com, o comunícate al 871-1201787. El correo y teléfono anterior es para personas interesadas en adoptar una mascota, no contamos con instalaciones físicas para dar albergue a animalitos (no hay refugio). Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del calor, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.