Una crisis económica no sólo puede provocar depresión en el ser humano, sino también puede ofrecerle la oportunidad de crecer personalmente, al realizar una evaluación de las acciones que se llevan a cabo, las cuales pueden considerarse como “buenas” y “malas”.
De acuerdo con el psicólogo clínico José Antonio Miranda Hernández, una persona al vivir una crisis de tipo económico, puede llegar a sentirse frustrado, angustiado y en el peor de los casos, caer en depresión.
Y es que, de acuerdo con el especialista, una persona que da más del 100 por ciento en su trabajo y que además le dedica gran parte de su tiempo, y que pese a ello, el dinero no le es suficiente para cubrir sus necesidades más apremiantes, “cae en depresión”, señala.
“Pues cae además, en un círculo vicioso, al tener pensamientos como: no me alcanza, no completo y se frustra”, detalla el psicólogo.
Razón por la que, de acuerdo con Miranda Hernández, este tipo de situaciones brindan la oportunidad “de analizar las cosas, qué estamos haciendo bien o mal y tratar de resolverlo”.
Es por ello que, “ahora que se acerca una situación difícil para todo el país, es necesario establecer un nuevo programa de vida, es decir, si se tenía planeado para esta Navidad entregar diez regalos, pues ahora entregará dos, o tomarse 15 días para vacaciones, Hoy tomará tres... hay que tratar de ahorrar”.
Sin embargo, dice, dada la mercadotecnia que utilizan las empresas, los grandes centros comerciales y bancos, en donde lo invitan a comprar ahora y pagar después, hace que este propósito sea difícil. “Son excelentes estrategias para la empresa pero muy malas para el empleado”, dice Miranda Hernández, quien además, recomienda establecer claramente, cuáles son sus prioridades.
Motivo por el que el psicólogo José Antonio Miranda recomienda tomar precauciones, “pues aún estamos en tiempo”.