La legisladora panista, Alma Eduviges Alcaraz, secretaria de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, de la Cámara de Diputados, se propone presentar un proyecto de reformas para “etiquetar” recursos provenientes del petróleo que en la actualidad, se dice, son despilfarrados.
La noticia, proveniente de la capital mexicana, señala que, en algunos casos, se destinaron a campañas de promoción personal o simplemente a fines electorales, no obstante que debían canalizarse estrictamente a la infraestructura social en los estados y municipios. Dice la legisladora de marras que en el Estado de México el Gobierno indebida e ilegalmente “jineteó” lo entregado por ese concepto, quedándose con gran parte de lo “sudado”. No es un misterio que la Federación entrega a las tesorerías estatales dinero por gestiones que hizo un grupo de gobernadores que, a partir de que se derrumbó el poder presidencial, adquirieron preeminencia política exigiendo mayores ingresos con motivo de la venta de hidrocarburos en el mercado internacional, acordándose que se quedarían con lo que excediera de un precio límite, por lo que en el período de 2000 a 2006 ingresaron en las arcas de los Gobiernos Estatales más de 116 mil millones de pesos.
De las cantidades entregadas al Gobierno que preside Enrique Peña Nieto, denuncia la diputada Alcaraz, los puso a sudar, obteniéndose intereses por más de 16 millones de pesos, de los que tan sólo reportó 1.8 millones, ignorándose el destino de los restantes 14.2 millones de pesos.
Si usted amable lector no ubica a Peña Nieto, es el que constantemente, aun por motivos baladíes, es entrevistado por el poderoso consorcio televisivo y es el mismo al que una empresa de encuestas calificó no hace mucho como el gobernador más conocido, calificándolo, en diverso escrutinio social, como el más chulo, el más bonito, el más precioso, un verdadero metrosexual, o algo así, dejando claro, a contrario sensu, que los demás pretendientes están para darle un susto al miedo.
No debemos dar por cierto el que el Gobierno dispuso de sumas producto del jineteo, hasta en tanto no se compruebe a cabalidad que lo hizo. Habría qué ver el reporte en su totalidad tomando en consideración que el gobernador fue postulado por el PRI, por lo que, no es de dudarse que se le pretenda descalificar dada su militancia en el tricolor. Uno nunca sabe. Lo que hace dudar es que quien refiere el hecho es una legisladora proveniente de otro partido político. Aunque lo peor sería que el asunto se archive y no vuelva a hablarse en los días que siguen quedando la denuncia en el limbo, lo que no sería la primera vez si en adelante no se dan los pasos necesarios para comprobarlo.
Se dice ahí mismo, que una dependencia federal tiene en proceso de auditación a 20 entidades federativas, entre ellas se señala a Chihuahua, al Distrito Federal, a Aguascalientes y Veracruz para determinar la legalidad en el uso de los excedentes petroleros de los que, se dice, los gobernadores han dispuesto discrecionalmente.
Empero ¿por qué es que los ejecutivos estatales se atrevieron, si es que lo hicieron, a derrochar esos dineros? Hay tres posibilidades, a), que los recursos se hayan usado en un fin ajeno al indicado, pero lícito, digamos en obras en favor del pueblo o b), que se hayan empleado en engordar el cochinito para apuntalar las ambiciones de trascender de algún mandatario, para invertirla en una futura campaña electoral o c), que haya ido a parar al bolsillo de políticos sin escrúpulos para su gasto personal, siguiendo la teoría, de conocido profesor de aquel rumbo, de que un político pobre, es un pobre político. ¿Lo sabremos algún día?
Desgraciadamente lo que se ha visto es que hay un mundo de complicidades tapándose unos a otros. Falta decencia a políticos que no ponen orden en un revuelto río en que todos obtienen ganancias, prodigando lo que no es suyo. Y se quedan tan campantes porque se saben intocables. No se dan por enterados que los tiempos actuales apuntan hacia el peligro de que la corrupción destruya los cimientos libertarios que insignes mexicanos construyeron con esfuerzo, sacrificio y patriotismo.