“Los hijos y el marido es lo que nos une”. Teresa Solórzono, ama de casa
No podemos quedarnos cruzados de manos ante los signos de violencia que se están presentando en los diferentes ámbitos como el familiar y el escolar, los cuales nos están alertándonos como sociedad, afirmó el vocero de la Arquidiócesis de Durango, Víctor Manuel Solís.
Con motivo de la celebración del Día de la Familia aseguró “estamos asistiendo a un momento generacional que avizora un cambio de proporciones insospechadas a nivel moral y espiritual ”.
CAMINO
Mencionó que hay que retomar el camino y construir propuestas que se mantengan siempre vigentes sobre todo aquellas que tengan en cuenta el proyecto de Dios.
Es decir, es importante tener un Dios que no invita a la lucha, al esfuerzo, al optimismo y a la sana convivencia y a valorar todos estos elementos; y no el Dios de nuestro estómago que cada vez aflora cuando se presenta la violencia intrafamiliar.
“Mañana es Día de la Familia, por lo que el llamado es a que repensemos estas situaciones para que el eterno ausente no sea Dios, como sociedad no tenemos un arraigo a Dios”, concluyó el Párroco de la Iglesia de Santa Ana y la Sagrada Familia.