La Iglesia condena los hechos violentos generados por el crimen organizado, causantes de la muerte de tres personas inocentes.
El Siglo de Durango
Vicente Guerrero, Dgo.- La Iglesia condena los hechos de violencia sucedidos en el municipio, donde dos grupos de sicarios arrancaron la existencia a tres ciudadanos, por lo que dejó en claro que sólo Dios puede disponer de la vida.
El párroco del Templo de San Antonio de Padua, Carlos Pantoja Posadas, ofreció una misa de cuerpo presente a Gustavo Adolfo López Guerrero, asesinado por grupos de hampones.
Agregó que la Iglesia siempre estará en favor de la vida y sólo Dios dispone de ella, ninguna otra persona. “Por lo que condenamos los hechos, que son lamentables y de acuerdo a la ciudadanía, hace mucho tiempo que no se veía esta violencia”.
HAY TEMOR ENTRE LA FELIGRESÍA
Indicó que la misma feligresía manifiesta que hay mucho temor, desconcierto e incertidumbre ante lo que pueda suceder, pues el pueblo de Vicente Guerrero es amante de la paz y tranquilidad.
Reiteró que la Iglesia condena los hechos y todo lo que atente contra la persona, pues en este momento hay mucha intranquilidad y temor ciudadano.
LLAMADO A LA CONVIVENCIA PACÍFICA
Señaló que en Durango se están registrando hechos violentos y la exhortación a la ciudadanía es a que tome conciencia de los valores, ya que se aprecia una pérdida de los mismos en la sociedad.
Destacó que los mismos parten del núcleo familiar, “y de ahí debe converger todo, para inculcarlos a los hijos, a las personas que nos rodean y a nuestros semejantes”.
Sólo de este modo lograremos avanzar en la plena convivencia pacífica con nuestros hermanos y estar en plena comunión con Dios y apegarnos a sus designios y mandamientos, añadió.
LUTO, DOLOR Y CONSTERNACIÓN
Al filo de las 17:00 horas del miércoles, un cortejo fúnebre hizo su aparición por las céntricas calles de Vicente Guerrero; se trasladaba el cuerpo del joven Gustavo López Guerrero, de 28 años, a su última morada.
El encargado del Hotel-Restaurante Armando’s recibió un impacto de bala en la región lumbar durante el tiroteo, que le ocasionó la muerte.
IMPOTENCIA ANTE LOS HECHOS DE SANGRE
Un numeroso grupo de amigos y familiares lo acompañaba, entre ellos su padre, quien con lágrimas en los ojos y con la impotencia reflejada en el rostro gritó que nadie hacía nada.
“Es lo mismo en todos lados y en Vicente Guerrero no hay vigilancia y ya no se puede hacer nada”, señaló, mientras miraba el féretro de su hijo que era trasladado en una carroza por las calles de la ciudad. Las lágrimas le impidieron hablar.
