EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

La inocencia desnuda

Gilberto Serna

El escarnio no es únicamente para los niños despojados de sus vestimentas sino también para quienes se vieron envueltos en la impudicia de solazarse con el vergonzoso espectáculo, aunque a decir verdad la nota periodística que da cuenta del evento no comenta sobre la reacción de quienes se encontraban en las gradas, que hemos de pensar fue, en un primer momento, de horror para luego convertirse en franco repudio. Es una ofensa no solamente para los habitantes del estado de Puebla, estamos incluidos todos los que habitamos en este país. En principio era un jaripeo organizado con motivo de las fiestas para la veneración del santo patrono del pueblo de Hueytlalpan, en el estado de Puebla. Se ignora, si sentados cómodamente en los sillines se encontraban sumamente complacidos Kamel Nacif y Succar Kuri, habrían invitado a Mario Marín gobernador de la entidad que acababa de salir de la Casa de la Juventud Poblana donde había posado para que su imagen ¿?, ni que estuviera tan bonito, apareciera en un mural. La barbarie lisonjera haciendo de las suyas, como si las páginas de la historia carecieran de memoria.

El que sí se encontraba ahí, disfrutando enorme puro, era el presidente municipal del lugar Juan Martín Barrientos Ramos, que contemplaba la grotesca escena desternillándose de la risa. Eso me hace preguntarme: ¿qué diantres pasa en este país? ¿Hasta dónde seremos capaces de llegar, cuando a la vista de todos se corrompe a menores de edad mediante ofrecimientos monetarios para que se quitaran varias prendas, hasta quedar completamente desarropados? ¿Qué se pretendía con ello? Un poco antes todo parecía normal. El maestro de ceremonias utilizando un micrófono solicitó la presencia de varios niños para realizar competencias sin precisar en qué consistirían. Ahora lo sabemos. Se trataba de encontrar al niño que midiera más en cierta parte de su cuerpecito. Lo que resulta increíble es que se llegue a estos extremos epicúreos. Hay de entretenimientos a entretenimientos. Desde luego el desnudar a niños no lo es. A menos que se trate de mentes enfermas dignas de un estudio psiquiátrico.

Lo que no entiendo es cómo la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Puebla rechazó la denuncia penal contra el edil Barrientos Ramos por permitir que frente a sus barbas los niños lugareños fueran presionados para practicar el nudismo mediante el ofrecimiento de dinero. Bueno, sí lo entiendo, no hay quién se resista al libido desatado, tiempo atrás, por el Ejecutivo Estatal conocido desde ese entonces como el “Gober Precioso”. Hace tiempo que niñas y niños son objeto de abuso por parte de pederastas, como lo denunció en su libro Los Demonios del Edén, la periodista Lydia Cacho Ribeiro.

Al principio nadie creyó la versión de la mujer que había escrito en el libro en que ponía a un sinvergüenza sexual al descubierto. La grabación clandestina de una llamada telefónica dejó todo en claro. Sí hubo una conspiración para castigar la osadía de aquella insignificante mujer que se atrevía a inculpar nada menos que a gente económicamente poderosa la cual puso en marcha un plan dirigido a aplastarla con tal contundencia que no quedara nada de ella. Se giró un exhorto para que fuera detenida. Se le trasladó de Cancún a Puebla en automóvil. Dos secuaces del Gobierno poblano, pistola en mano, la custodiaban. Se trataba, en el mejor de los casos, de aterrorizarla como un brutal escarmiento para que desistiera de su denuncia o simplemente con fines de venganza. Fue encerrada tras las rejas con la consigna a sus carceleros de no permitirle salir viva. El dinero y el poder político hizo lo que se esperaba, logrando sobrevivir gracias a su templanza y que el caso fue ventilado en los medios. Dios bendito, con estos antecedentes ¡cómo esperar que haya moralidad en el país!

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 400339

elsiglo.mx