Aunque el tema del deterioro del medio ambiente en La Laguna no es algo nuevo, desde hace muy poco se ha comenzado a hablar de las consecuencias que la región ya está padeciendo. Entre los principales problemas ecológicos que enfrenta la Comarca destaca la contaminación, el agotamiento de los mantos freáticos, el crecimiento desmedido de la mancha urbana y la falta de “pulmones” suficientes. Hasta ahora sólo se han planteado alternativas de solución parciales y ninguna se ha llevado a la práctica satisfactoriamente. El resultado de la negligencia compartida entre sociedad y Gobierno ya es evidente: La Laguna está inmersa en un proceso de cambio climático regional que pone en jaque el futuro de la región.
En las últimas semanas se han suscitado fenómenos meteorológicos que por sucederse en un lapso muy corto, resultan inusuales. En medio de una larga sequía por la que atraviesa la región, de una anormalmente extensa temporada de tolvaneras y de días con temperaturas por encima de los 40 grados Celsius, se registraron súbitamente tormentas eléctricas, potentes ráfagas de viento, granizadas y fuertes lluvias. El encargado del área de Meteorología de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Abad Calderón, reconoció en días pasados lo inusual de esta concentración de fenómenos y explicó que el clima anormal se debe a que los laguneros hemos generado un cambio climático en la región, el cual detona fenómenos más intensos como la sequía y el calor, y más violentos como las tormentas eléctricas.
La directora de Medio Ambiente de Torreón, Susana Estens, comentó que esta serie de eventos se atribuye a factores como contaminación, erosión del suelo, deforestación, entre otros factores. El jefe de Meteorología de la Conagua en su momento dijo también que la prolongación de la temporada de tolvaneras se debe “a la modificación del clima que estamos generando en la comunidad, los ciudadanos estamos afectando con más tala de árboles, gastamos más agua, utilizamos más energía proveniente de combustibles fósiles, estamos contaminando más el ambiente”. José Calderón también consideró que el fenómeno atípico no se atribuye directamente al cambio climático global sino que se trata de un problema regional, la contaminación generada por los laguneros. “Nosotros estamos provocando nuestro cambio climático en la región”, comentó el funcionario.
Esta explicación puede entenderse como una doble alerta, ya que si bien no puede desvincularse el cambio ocurrido en el clima de La Laguna del calentamiento global, se tienen dos dinámicas diferenciadas motivadas por causas similares, pero a distinta escala. Pero si el presente se antoja ya preocupante, echemos un ojo al posible futuro cercano y tendremos suficientes razones para alarmarnos.
El reporte del cambio climático en México disponible en la página web del Instituto Nacional de Ecología (INE) (www.ine.gob.mx/cclimatico), publicado recientemente por El Siglo de Torreón, permite visualizar lo que nos espera si no hacemos algo para disminuir la agresión al medio ambiente. La información aparece por entidad federativa; para el caso de nuestra región, se tienen que revisar los datos de Coahuila y Durango. En el primer estado, el escenario que proyecta el INE en 2020 es de una disminución de la precipitación total anual de hasta un 10 por ciento y un aumento de la temperatura media anual de entre 1 y 2 grados Celsius; para 2050, se prevé una variación de hasta 15 por ciento en la precipitación y un incremento de la temperatura de entre 2 y 3 grados.
En lo que se refiere a Durango, la situación es similar. Para 2020 se pronostica una disminución de hasta 10 por ciento en la precipitación total anual y un aumento de entre 0.5 y 1.5 grados en la temperatura media anual; para 2050, se prevé una variación entre +10 y –20 por ciento en la precipitación y un incremento de entre 1.5 y 2.5 grados Celsius.
El reporte del INE explica que “los cambios climáticos ocurrirán en un contexto de cambios no climáticos propios de regiones con crecimiento de población, mismos que pueden exacerbar el efecto del cambio climático. Las condiciones de vulnerabilidad están dadas entonces por una alta concentración demográfica, procesos de industrialización, incremento de vehículos automotores e incremento de población con niveles de pobreza altos”.
Es urgente, pues, que se tomen medidas para remediar esta situación de severo deterioro ambiental y su consecuencia, el cambio climático. Y no se necesita ser un experto o elaborar un extenso estudio para saber lo que se tiene qué hacer en la región. Podríamos empezar por controlar la explotación de los mantos acuíferos y buscar formas de recargarlos; regular la emisión de gases de efecto invernadero y de partículas sólidas a la atmósfera; establecer un mecanismo eficiente de reciclado de basura, y crear más áreas verdes en las ciudades. Por supuesto que no es tarea sencilla hacer todo esto, pero de alguna manera se debe comenzar, ya que si nada hacemos ahora, en cuestión de décadas La Laguna podría convertirse en una región inhabitable.
argonzalez@e
lsiglodetorreon.com.mx