De las alrededor de 450 mil cabezas de ganado lechero que hay en La Laguna, apenas unas 900 son las que utilizan biodigestores para procesar el estiércol y aprovechar el gas metano que puede usarse para generar electricidad y ahorrar en consumo de energía.
La cifra representa apenas el 0.2% de las cabezas de ganado, aunque desde julio del año pasado la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) ha promovido entre los productores que aprovechen el estiércol de sus animales por medio de biodigestores, instalaciones a través de las cuales se genera el gas metano y se canaliza en electricidad. De esta forma, los lecheros pueden ahorrarse hasta el 60% de la energía eléctrica que consumen actualmente.
Como principal cuenca lechera del país, la Región Lagunera se ve severamente impactada por el estiércol del ganado, que emite gas metano y contribuye tanto al efecto invernadero como al calentamiento global, lo que representa un problema de salud para los ciudadanos.
Sin embargo, la respuesta de los lecheros para este programa de biodigestores ha sido mínima y apenas dos ranchos utilizan esta tecnología, uno en Batopilas y otro en El Cuije, que cuentan con 500 y 400 vacas, respectivamente. Ignacio Corona Rodríguez, delegado de la Sagarpa en la Región Laguna, dijo que ha sido muy incipiente la aplicación por parte de los productores y consideró que la mayoría no se suma a esta tecnología porque tiene que invertir recursos propios para acceder a los apoyos federales.
“Nosotros esperamos un efecto dominó, que llegue esta tecnología a todos los productores, que vayan viendo los beneficios ambientales y económicos y se unan a esta dinámica, que autogeneren su energía”, explicó, “vamos a intensificar la promoción del proyecto para que lo conozcan y a tratar de conseguir un esquema en el que la aportación de los productores sea menor”.
La Sagarpa y el Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco) apoyan a los productores laguneros con un 85 a 90% del costo de los biodigestores. El precio de los mismos varía de acuerdo a la capacidad del rancho, un establo mediano requeriría un biodigestor de dos millones de pesos, por lo que el ganadero aportaría entre 200 y 300 mil pesos.