La Olimpiada Nacional se ha convertido en un trampolín para los exponentes del tae kwon do, al proyectarse al plano internacional en el deporte de alto rendimiento, afirmó Isaías Dueñas Riestra, presidente de Moo Duk Kwan México.
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Para el profesor Isaías Dueñas Riestra, presidente del sistema Moo Duk Kwan en México, la Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil se ha convertido en un torneo de gran relevancia para el deportista, ya que representa un auténtico trampolín, donde aquellos que logran destacar ven cómo se abren las puertas para proyectarse al plano internacional dentro del deporte de alto rendimiento.
Consideró el directivo que en el caso del tae kwon do, quienes practican este deporte aprenden desde muy chicos lo que es pelear por su escuela, su escudo, su municipio o su entidad, lo que finalmente les da un valor extra al defender lo que consideran suyo.
“El tae kwon do es formación integral, no sólo deportiva, saber por qué se compite, sentir que se defiende a un escudo, su estado o su país, es lo realmente importante. Quien está consciente de esta situación tiene todo un camino por delante y sabe que tarde o temprano llegará el éxito.
“En Moo Duk Kwan queremos formar competidores que vayan al extranjero y que sientan a México en su corazón. No importa si ganan o pierden, creo que al final es lo de menos, pero si al competir sienten el amor y responsabilidad por dejar en todo lo alto el nombre de su patria, habrán cumplido con su cometido”.
Al hablar de los exámenes de cintas negras, el profesor Dueñas Riestra afirmó que estas sesiones representan un auténtico orgullo para los alumnos y más aún para sus profesores, ya que significa el alcanzar una meta en el proceso de formación.
Un cinta negra es en ocasiones el fruto de un proceso de trabajo en el cual iniciaron cien elementos y sólo ese alumno logró la meta. De los pocos que llegan a cinta negra, son aún menos los que llegan a alcanzar la madurez y nivel de competencia que los proyecta a un plano internacional, con posibilidades de coronarse en el campeonato mundial o Juegos Olímpicos.
“Llegar a cinta negra es aparentemente un proceso muy largo, pero cuando realmente se le toma el sabor a este deporte se disfruta el camino, y al llegar el momento de alcanzar el grado de cinta negra, el alumno valora todo su esfuerzo y sabe que realmente se merece el honor de llegar hasta ese nivel”.
