El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy (centro), da la bienvenida al primer ministro de Israel, Ehud Olmert (der.), y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas (izq.), en París, Francia, poco antes de la sesión plenaria de la Cumbre Euromediterránea. (EFE)
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró ayer en París que su país y los palestinos “nunca han estado tan cerca de llegar a un acuerdo como ahora”.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, reunió ayer en el Eliseo a Olmert y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, pocas horas antes de comenzar la cumbre de la Unión por el Mediterráneo (UPM).
“Estamos llegando a un momento” en que Israel y la ANP van a tener que tomar decisiones “graves e importantes que nos lleven por fin a un estadio en el que nunca hemos estado. Es lo que queremos”, dijo Olmert.
Abbas le respondió que Israel y los palestinos tienen que “alcanzar esta paz por nuestros pueblos, los pueblos de Oriente Medio y del mundo”.
“La paz en Oriente Medio es necesaria para la paz en el mundo. Si no, el mundo no será estable”, dijo Abbas en una declaración ante la prensa junto a Olmert y Sarkozy. El primer ministro israelí manifestó que la paz era un tema central para el Estado de Israel.
“Somos conscientes de los peligros que amenazan a Oriente Medio”, advirtió Olmert, quien se refirió directamente a “los dirigentes iraníes”.
El primer ministro israelí indicó que el acuerdo con los palestinos es “la prioridad absoluta” de Israel.
Expresó la esperanza de que las negociaciones indirectas entre Israel y Siria pasen “muy próximamente” a un “contacto directo”, aunque advirtió que en ningún momento estos contactos deben “en ningún modo interferir” en el proceso de paz con los palestinos.
COMPROMISO
Mahmoud Abbas recordó que los palestinos “están comprometidos con la hoja de ruta -que persigue la creación de dos estados que coexistan en paz-, con la legalidad internacional y con los tratados acordados en el seno de la ONU”.
Abbas afirmó que Sarkozy tenía “cualidades” para desempeñar un papel importante en el proceso de paz y que “con su ayuda podremos hacer la paz en los próximos meses”.
Aunque tanto como Abbas como Olmert resaltaron el papel de Francia en el futuro del proceso de paz, el primer ministro israelí matizó que esa ayuda es “suplementaria” a la de Estados Unidos. Sarkozy subrayó que en la cumbre que dio inicio ayer a la UPM estarán casi todos los jefes de Gobierno o de Estado árabes, de la UE y los israelíes “en la misma mesa, en una misma sala y para una misma reunión”.
Aunque reconoció que no se han resuelto todos los problemas, afirmó que con ellos se demuestra que “el Mediterráneo es de todos y no es un lugar de enfrentamiento o de guerra”.
IMPORTANTE REUNIÓN
Un total de 42 jefes de Estado o de Gobierno iniciaron ayer en París la cumbre que lanza la Unión por el Mediterráneo y es la primera vez que se sientan en una misma mesa dos países formalmente en guerra: Siria e Israel.
El presidente francés pidió al resto de la UE que haga más esfuerzos “por la paz y el desarrollo económico” de Oriente Medio, donde “no hemos estado suficientemente presentes”.
Sarkozy afirmó que en Oriente Medio “el peor riesgo es no hacer nada y dejar que se acumulen los muertos, la injusticia y el sufrimiento del pueblo”.
“Una Francia que no hace nada, traiciona sus ideales”, dijo el presidente francés.
El buen clima entre Olmert y Abbas se escenificó ayer cuando llegaron al Eliseo y fueron recibidos por Sarkozy.
Aunque llegaron en coches diferentes, Olmert esperó a Abbas, le tendió la mano y le dio una palmada en la espalda, para luego ir juntos hacia donde estaba Sarkozy, al pie de las escaleras.
El presidente francés les dio un efusivo abrazó a los dos y, frente a los fotógrafos, les cogió de la mano y las alzó, como si pertenecieran a un mismo equipo.
Sarkozy les calificó después, en la comparecencia ante la prensa, como “dos amigos y dos hombres de paz”.
Olmert y Abbas se reunieron después de la comparecencia de prensa durante media hora, sin dar nuevos detalles de lo discutido.
Liberará Israel a cinco libaneses
El Servicio de Prisiones de Israel (IPS) anunció ayer que el miércoles transferirá a cinco presos libaneses al Ejército israelí como parte del canje con Jezbolá, que a cambio liberará a dos soldados israelíes capturados hace dos años.
“Los cinco prisioneros libaneses serán trasladados el próximo miércoles por nuestro servicio a un punto acordado con el Ejército israelí”, declaró Ian Domnitz, jefe del departamento de Relaciones Internacionales del IPS.
El funcionario de prisiones identificó a los presos como Samir Kuntar, encarcelado desde 1979 y convicto por cuatro delitos de asesinato, secuestro e intento de homicidio, así como Hader Zidan, Maher Kurani, Muhamed Zrur y Husein Saliman, todos ellos considerados “combatientes ilegales” y encarcelados desde 2006. Por su parte, David Baker, portavoz del primer ministro israelí, Ehud Olmert, manifestó que el canje de prisioneros con la milicia shii libanesa Jezbolá será “analizado el martes por el gabinete”, aunque rehusó precisar si se podría producir el mismo miércoles.
El ejecutivo israelí aprobó el mes pasado un canje por fases con la milicia libanesa, aunque los acuerdos finales sobre el mismo se han demorado varias semanas.
Según el acuerdo, Jezbolá devolverá a Israel a los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev, a los que el servicio de inteligencia israelí, Mosad, da por muertos. Ambos fueron capturados por milicianos de Jezbolá el 12 de julio de 2006 cuando patrullaban un tramo próximo a la frontera con El Líbano.
Dicha captura fue el detonante de una guerra de 34 días en el Líbano entre Israel y la Jezbolá, en la que murieron un millar de libaneses y unos 150 israelíes.
El acuerdo alcanzado entre las partes también incluye la devolución al Líbano de los restos de diez milicianos de Jezbolá, de decenas de libaneses muertos en distintas circunstancias mientras cruzaban la frontera, y la entrega a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de milicianos de diversas organizaciones palestinas muertos. Israel había indicado a Jezbolá que el proceso de identificación tras la exhumación de cadáveres podría prolongarse, y que no se completaría